sábado, 20 de febrero de 2010

Sobre ideología, compromiso intelectual y ciencias sociales


Desde hace unas semanas se viene desarrollando un debate interesante, en algunas columnas de opinión y blogs, sobre la objetividad de las ciencias sociales en el país. Todo surge a partir del compromiso asumido por algunos intelectuales de izquierda del país (Alberto Adrianzen, Sinesio Lopez, Nicolas Lynch, entre otros) con la candidatura de Ollanta Humala. El manifiesto se puede leer aquí:

http://albertoadrianzen.lamula.pe/2010/01/18/intelectuales-peruanos-apoyan-candidatura-presidencial-de-ollanta-humala/

Conciliar el compromiso político con el ejercicio intelectual no tendría que ser problemático en tanto se admita que ambas actividades están sometidas a reglas de distintas naturaleza. Por esa razón, es que tengo la impresión que en buena medida el debate sobre el tema de las “objetividad” en las ciencias sociales –por lo menos, en la forma que lo viene desarrollando parte de los participantes está mal planteado: no se trata de reclamar “objetividad” al intelectual y/u obligarlo a declarar sus preferencias políticas. La objetividad no consiste en reclamarle a el intelectual imparcialidad frente a su objeto de estudio. Tampoco es el resultado de un atributo individidual. La objetividad deviene de una academia conformada por intelectuales que se someten al rigor de la crítica científica y que exponen los supuestos de sus análisis. O, para ponerlo en términos de Imre Lakatos, depende de la competencia entre programas de investigación y su interacción con la realidad.

Me explico con un ejemplo. Un lugar común entre los intelectuales de izquierda, es señalar que el modelo neoliberal ha acentuado la desigualdad en el país. Como ciudadanos, tienen el derecho a sostener esa idea, pero el ejercicio intelectual y la práctica científica exigen que sometan la hipótesis sobre el incremento de la desigualdad al test empírico. Es decir, no bastan las creencias y las impresiones, es necesario documentar el hecho empírico bajo estudio. Para ello, tendrían que proveer evidencia solida de que los datos de la realidad no refutan esta hipótesis.

Es importante notar que la ideología de los intelectuales nada tiene que ver con la objetividad del conocimiento científico. Como bien nota Lakatos, las ideologías y creencias de los investigadores son parte de la práctica científica. En el esquema de Lakatos, la ideología y las preferencias de los investigadores de un determinado programa de investigación forma parte de lo que él denomina el “núcleo”. La ideología define cuales son las preferencias respecto a los temas de investigación así como el desarrollo de ciertas hipótesis sobre la realidad. Así por ejemplo, los académicos de izquierda tienen la creencia de que el capitalismo es inherente desigualador y excluyente. Hasta aquí todo bien.

Siguiendo a Lakatos, uno podría decir que la objetividad viene por el hecho de que no solo hay académicos de izquierda en la academia. Existen académicos con otras opciones teóricas, ideológicas y metodológicas que pueden proveer una explicación alternativa a la sugerida por los académicos de izquierda, y es el resultado de esa competencia entre visiones distintas las que determinan la objetividad de un campo del conocimiento. Así, en el ejemplo de la desigualdad, existen académicos que sugerirían que en realidad no hay evidencia de que el modelo neoliberal sea inherentemente desigualador. Por esa razón, dentro del enfoque de Lakatos, la evolución del conocimiento científico es el resultado de la competencia entre programas de investigación y su interacción con los datos de la realidad.

El problema a mi entender, no es que los académicos traten de ser políticamente asépticos y/o que traten de ser objetivos a nivel individual. El asunto parte por seguir ciertas reglas en la práctica científica que exige que sometan sus teorías, modelos y datos al escrutinio de la comunidad científica. Esa es una práctica, que por ejemplo, exigen ahora los journals académicos en economía, los cuales piden que, para poder publicar un artículo, al autor debe entregar los datos y los códigos de programación utilizados para generar los resultados del estudio de modo tal que cualquiera pueda replicar los resultados y eventualmente someterlos a critica. Entonces, la objetividad no es un atributo personal del investigador; es el resultado de haber sometido sus trabajos al escrutinio de sus colegas, sean cuales sean las preferencias ideológicas que estos tengan. Por eso importante la existencia de una academia competitiva, como he insistido en otros posts.

Por esta razón, creo que el debate ha estado mal planteado precisamente por la ausencia de una buena epistemología. En su artículo en la Republica, Nelson Manrique se pregunta:

“¿Es imposible entonces la objetividad? En las CCSS podemos hablar más bien de grados de objetividad, que pueden ser mayores en la medida en que seamos capaces de poner bajo control nuestros sesgos conscientes e inconscientes. La paradoja es que suele ser más objetivo quien es capaz de poner sus sesgos sobre la mesa en comparación con aquel que ingenuamente cree que no los tiene y que, al no reconocerlos, no puede controlarlos.”

http://www.larepublica.pe/node/244968

Es claro que hay una confusión en tanto la objetividad se define en función a la habilidad del investigador para controlar sus “sesgos conscientes e inconscientes”. Paradójicamente, casi al final de su artículo el autor se vuelva “lakatosoniano” al decir:

“La ciencia, por otra parte, se construye en la confrontación de ideas y esta suele desarrollarse mejor cuando quienes participan en el debate son conscientes de sus sesgos y opciones ideológicas.”

Un argumento similar sobre la objetividad, puede verse en este post de Martin Tanaka:

Estoy totalmente de acuerdo con que el "conocimiento objetivo" es una quimera; pero la conclusión que debemos sacar de ello es que precisamente por eso en la investigación debemos esforzarnos al máximo por ser rigurosos y por seguir un método, de modo que nuestros planteamientos estén bien fundamentados, evalúen los temas de estudio con criterios y unidades de medida justas, se sostengan en evidencia recogida sin sesgos, siguiendo un protocolo, y sean verificables, contrastables, falsificables, sometibles a crítica, es decir, esforzarnos por reducir lo más posible el margen para la subjetividad y la arbitrariedad. Aún así, debemos siempre ser humildes, porque nunca lograremos evitar del todo sesgos, supuestos no examinados, escapar de múltiples determinaciones sociales, epistemológicas. El problema es transmitir el mensaje de que, como la objetividad no existe, solo existe la subjetividad, y por lo tanto todos estamos autorizados a decir lo que nos de la gana y a defender aquello en lo que creemos sin ningún control. Mi experiencia personal es que, aunque parezca exagerado, este riesgo es mucho más grande de lo que uno supondría en nuestras ciencias sociales.”

http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/objetividad-y-ciencias-sociales.html

Tengo la impresión que el texto de Martin hay una confusión entre rigor y objetividad. Permítanme un ejemplo personal para ilustrar mi punto. Cuando empecé a estudiar el tema de igualdad de oportunidades, mi interés era resolver una inquietud personal. Quería entender por qué algunas personan progresan y superan la pobreza mientras que otros fracasan en el intento. Mi propia experiencia personal me llevaba a estudiar este tema y, obviamente, influenció mi forma de abordar el problema de estudio y a generar hipótesis de partida. Buena parte de la academia progresista del país tiende a argumentar que son condiciones estructurales y factores fuera del control de las personas las que determinan el logro individual, mientras que en lo personal me parecía que –siendo cierto lo anterior- se subestimaba el rol que tiene el esfuerzo personal para superar la pobreza. Esto que digo, es completamente subjetivo: era mi experiencia personal, la experiencia de venir de una familia de obreros y de haber crecido en un barrio pobre, y a pesar de ello estar avanzando. Era esa experiencia la que me daba una hipótesis a testear.

Ahora, el ser subjetivo con el tema no significa que no se pueda ser riguroso. En ese estudio utilizamos las mejores fuentes de información disponibles (señalando sus problemas) e hicimos un esfuerzo por señalar las limitaciones e indicar los supuestos del análisis. Documentamos las estrategias de medición que utilizamos y nos aseguramos que los resultados sean robustos a cambios a las especificaciones empíricas. Hicimos una revisión de la literatura que incorporaba la mayor parte de lo producido sobre el tema en el país. Las conclusiones se basaron en lo que era posible decir y cuando no fue totalmente posible tratamos de hacer explicito la fuente utilizada. Eso no significa que no haya errores, lo cual siempre es posible.

Sin embargo, lo central a mi entender es que estudios posteriores han encontrado evidencia que es consistente con los resultados centrales de nuestra investigación. En aquel estudio, indicábamos que la desigualdad había venido reduciéndose en el país. Estudios recientes para diverso países de la región están encontrado que la desigualdad se está reduciendo. Ver por ejemplo:

“The recent decline of inequality in Latin America: Argentina, Brazil, Mexico and Peru” de Luis Calva y Nora Lustig

http://www.ecineq.org/milano/WP/ECINEQ2009-140.pdf

Entonces, la objetividad no viene porque no hayamos podido controlar nuestros prejuicios y valores sobre el tema bajo análisis, sino porque hay otra gente allá fuera interesada –con diferentes experiencias, valores e ideologías- que están encontrando resultados similares a los nuestros y sometiéndolos a crítica. Por esa razón, creo que mientras el rigor es un atributo exigible al investigador en una comunidad científica, ello no tiene que ver con la objetividad. Un investigador puede tener las preferencias políticas que desee, pero a la hora de presentar los resultados de sus investigaciones a sus colegas tendrá que demostrar que ha sido riguroso y metódico, y someterse a la crítica de la comunidad académica.

Así, mientras estoy de acuerdo que es imposible exigirle a un investigador social objetividad, estoy desacuerdo con la idea de que la objetividad del conocimiento social no es posible. Con ello no quiero decir que ello sea una tarea sencilla. A mi entender, el problema con los intelectuales que apoyan a Humala no es que no sean objetivos. El problema es que no son rigurosos en la medida que su análisis sobre los problemas de la sociedad dista de ser consistente con los datos básicos de la realidad, como he escrito extensamente en este blog.

El problema entonces no es tener una ideología determinada. El problema es cuando, por razones ideológicas, ciertos intelectuales se resisten a mirar los datos de la realidad. Y para eso, no hay epistemología que valga.

MAS SOBRE EL TEMA

http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/objetividad-y-ciencias-sociales-2.html

http://martintanaka.blogspot.com/2010/02/objetividad-y-ciencias-sociales-3.html

http://gonzalogamio.blogspot.com/2010/01/sobre-la-objetividad-y-la-ciencia.html

http://grancomboclub.com/2010/02/militancia-y-ciencia-social.html

http://www.larepublica.pe/delito-de-opinion/16/02/2010/el-compromiso-intelectual

9 comentarios:

Ender dijo...

Estoy bastante de acuerdo con tu entrada. Matizaría el último párrafo en el siguiente sentido: se dan muy pocos casos (según, dicho sea de paso, mi subjetiva experiencia) de personas que detenten una determinada ideología y a la vez sean capaces de someterla al método científico y al contraste empírico (algunos de los que sí son capaces estamos en Neoprogs, por cierto, je, je...).

Creo que este problema está últimamente muy ligado a la izquierda (o quizá yo lo veo así porque por afinidad ideológica es lo que me preocupa)... la izquierda casi en ningún país del mundo ha sabido renovar su discurso lo suficiente, quedando anclada a eslóganes del pasado a menudo obsoletos, en el sentido de que es dudoso su fundamento empírico, tipo: "el neoliberalismo / capitalismo nos ha llevado a esta crisis", "el mundo empresarial y el capital está formado por malvados comeniños sin escrúpulos", "EEUU es el cáncer imperialista que se extiende por el mundo", "solares sí nucleares no", "es la hora de los desheredados de la tierra", etc, etc... que, más allá de que puedan ser parcialmente ciertos, tampoco aportan nada a la solución de los problemas: en el mejor de los casos es una renuncia cómoda a involucrarse en la solución de los problemas reales, y en el peor, como es el caso (en mi subjetiva opinión) de los movimientos indigenistas que mencionas, supone posiblemente un agravamiento de los problemas.

Un saludo.

Martín Tanaka dijo...

Stanislao:


muy buen aporte a la discusión como siempre. Respecto a la confusión que encuentras en mis comentarios entre rigor y objetividad, tal vez se resuelva distinguiendo los orígenes de las preguntas de investigación (que pueden ser todo lo subjetivos, ideológicos, políticos, que se quiera) y la manera de responder a esa pregunta, que requiere ciertos protocolos y metodología. En este segundo plano, rigor podría ser sinónimo de objetividad, de allí que otros puedan llegar a conclusiones similares. Saludos,

Stanislao dijo...

Ender:

Gracias por tu comentario. Mi punto es precisamente que los valores y la ideologia son parte del proceso pre-analitico -para ponerlo en terminos de Schumpeter- de la investigacion y por tanto no testaeable. Uno puede tener las creencias que quiera, pero lo que lo hace un intelectual serio es el rigor a la hora de abordar el estudio de un aspecto de la realidad. Cuando este rigor no existe, uno pondria en duda la calidad del investigador. El problema que yo encuentro en las ciencias sociales de mi pais es que no hay penalidad para los intelectuales poco rigurosos precisamente por ausencia de mecanismos competitivos en la academia. Aqui en USA si un intelectual se lanza con alguna idea que no ha sido trabajada con rigor, sus colegas le daran de alma en los seminarios y conferencias donde este se presente y se pondra en duda su calidad intelectual. En el Peru, en donde no hay cultura de seminarios, un intelectual puede decir lo que quiera y poca gente lo sometera a critica.

Saludos,

Stanislao dijo...

Hola Martin:

Concuerdo contigo. Aunque creo que en la manera de responder las preguntas tambien existen preferencias y por tanto espacio para subjetividad. Si yo utilizo un modelo de eleccion racional para estudiar la competencia politica en el Peru lo hare en parte porque tengo la impresion (subjetiva) de que es la mejor forma de aproximarme al tema. Alguien, de tradicion marxista, podria considerar que lo mejor es utilizar un enfoque mas estructural. Lo importante es que, mas alla de la entrada, se sea metodico en el analisis, senalando los supuestos del mismo y sus alcances. Seran los resultados y la evaluacion respecto al rigor del analisis que hagan los colegas lo que permitira evaluar la calidad de un trabajo de investigacion. Pero es precisamente el rigor metodologico lo que distingue el trabajo intelectual. En ausencia de este, yo podria en duda la calidad de lo producido, que es lo que me pasa cuando me topo con los escritos de algunos de los participantes del debate. En ausencia de rigor, son los buenos deseos y agenda politica lo que termina apareciendo. No se lo puedo exigir a Diez Canseco quien es mas un politico con una agenda clara, pero si es algo que le puedo reclamar a Lynch que es profesor universitario.

Saludos,

Electricidad y Electronica dijo...

Buen Punto Stanislao,
Coincido en parte con Martin Tanaka y es que efectivamente la objetividad dentro de las ciencias sociales dependen mucho de las preguntas de la investigación, sin embargo tú tienes razones poderosas para concluir que la respuestas a estas tienen que ser tratadas en un marco de procedimientos y metodologías verificables (no siempre es esto posible en las ciencias sociales), que se corresponden con la calidad de ciencia, distinto a un mero resúmen periodístico, donde no hay base científica que discutir, solo impresiones y consideraciones de orden subjetivas, que como tú lo mencionas, están acorde a la opinión mas noticiosa que académica, y allí si tienes toda la razón, creo que un académico no debe comprometer sus pasiones políticas con el contraste científico, en sus discursos, así la intelectualidad no se pone al servicio de otras pasiones humanas y de determinados grupos que buscan el poder, desde diversos enfoques y visiones politico-sociales y su entorno económico.
Me parece haber leido el manifiesto del Prof. Adrianzen, y creo que sus colegas de la PUCP son los firmantes. En todo caso, si considero que los académicos deben asesorar a los políticos, ¿ahora a cuales políticos? Es una cuestión de Conciencia personal.
Saludos

Kristian Lopez dijo...

Estanislao, Trate de poner esto en Facebook en tu intercambio con Dante pero no me lo permite. Lo pego aqui.
Kristian
___


Estimados, Muy pensados textos y por eso gracias. Solo dos cosas. Primero que me parece que Estanislao se refiere mas al metodo cientifico predominantemente aplicado a la economia que intenta asemejarse al de la fisica -por ejemplo- donde eso que Est'lao resume como "escrutinio de tus colegas" refiere mas bien a la existencia de medidas absolutas y replicabilidad del experimento. Las ciencias sociales no tienen medidas absolutas (masa, por ejemplo) y modelos en la forma que la fisica, pero no por las razones que muchos filosofos y sicologos creen (a decir, la infinita dimension la mente y las experiencias, o porque el objeto "es el mismo" que el investigador) sino porque simplemente aun estamos en los inicios de nuestra propia comprension. El curso de un planeta y el choice de un primate homo sapiens son dos objetos de estudio perfectamente definidos. La diferencia es que el humano es un organismo con cognicion y otros mil filtros y entonces su comportamiento es una funcion que combina genetica, cultura (definida rigurosamente) y su propia previa experiencia (sin hablar del contexto). El resultado es que es muy dificil dar con el modelo armonioso de comportamiento. Los sicos y los econs estamos aun a;os luz de ello. La axiomatizacion del choice que tanto gozamos cuando la aprendemos al final del dia no lo sostiene todo. El precioso axioma de transitividad -por ejemplo- asume varias cosas como autocontrol y memoria y entonces en rigor es mas bien una hipotesis compuesta.
Sin embargo, presentar una secuencia razonamientos de manera transparente y logica y deducir una prediccion que puede ser replicable de probar en un experimento o mediante datos que sean propiamente tomados s'i son reglas que nos permiten decir que la respuesta a cierta pregunta se ha alcanzado o no. Conocimiento cientifico puro y duro. No veo que haya que recordar toda la historia de la filosofia para cuestionarlo. Si el conocimiento cientifico nos dara o no todas las respuestas que necesitamos es otra pregunta.
Chispas, ya me extendi mucho. acabo con dos cosas mas.
No hay que confundir la racionalidad del objeto de estudio, el humano (que es una hipotesis), con las reglas de estudio que deben respetar logica y replicabilidad, vulgarmente conocidas como "rigor". Finalmente, hay una economia de la expresion. No creo que este bien detallar todas las posturas filosoficas para dilucidar el debate en este caso. Un saludo. Kristian

Stanislao dijo...

Kristian:

Gracias por el comentario. De acuerdo con que estamos muy lejos de tener una comprension adecuada de muchos fenomenos sociales de interes, pero el asunto estriba precisamente en avanzar progresivamente creando conocimiento sobre aspectos de la realidad que no comprendemos adecuadamente. Por otro lado, no necesariamente las simplificaciones que utilizamos (como el supuesto de la racionalidad) son malas aproximaciones per se; experimentos en sociedades tribales han encontrado que la hipotesis del homo economicus funciona bien y da una aproximacion adecuada del comportamiento humano.

Saludos,

Stanislao dijo...

Jorge, gracias por el comentario. Tengo la impresion que buena parte del debate que se ha armado seria un poco mas util si se precisa la epistemologia subyacente. Hay mucha confusion al respecto.

Saludos,

Kristian dijo...

Estimado,
Estoy de acuerdo precisamente en que el metodo cientifico tiene reglas de rigor útiles para la cosntruccion del conocimiento. Estoy de acuerdo en que la economia ha hecho un trabajo fantastico en promover la argumentacion consistente y armoniosa y las respuestas basadas en evidencia. Sin embargo, creo que la evidencia en contra del super listo "hombre economico" es mas abrumadora que la que hay a favor. El uso de sociedades tribales en los estudios no es para reducir el efecto de la cultura en la decision sino para ver la robustes de la nocion de justicia (fairness) entre culturas.
Pero -no me entiendas mal- eso no implica que tiremos al tacho nuestros modelos, sino que la economia vista como un edificio todavia tiene problemas en el primer piso, como los tienen todas las disciplinas. Solo hay que trabajar en ellos tambien. Un abrazo.