miércoles, 29 de abril de 2009

¿Es la democracia buena para el bienestar?

Una de los temas más interesantes en la literatura de ciencia política moderna tiene que ver con el rol que tiene la democracia en mejorar el bienestar de la gente. Uno de los que ha argumentado mucho en esa dirección es Amartya Sen, quien argumenta que allí en donde la democracia mejor funciona las políticas públicas son más receptivas a los intereses de la gente.  

Uno de los ejemplos favoritos de Sen es el rol que tuvo la democracia en la prevención de hambrunas. La clásica comparación es entre China e India. En India, un país con una tradición democrática relativamente establecida, el gobierno respondió rápidamente a la aparición de hambruna y pudo controlar sus efectos nocivos sobre el bienestar de la gente. Lo contrario ocurrió en China, en donde la inexistencia de una prensa libre y un sistema político que facilite la rendición de cuentas derivo en la muerte de millones de chinos.

Tomando algunos datos para países de América Latina, arme algunos gráficos para mostrar algunas correlaciones entre la profundidad de un régimen democrático y algunas dimensiones del bienestar. Aproximo profundidad de la democracia como el promedio del índice de democracia de la base de datos Polity desde el año de la independencia del país.  Como pueden observar, hay una relación ligeramente positiva entre el PBI per-capita, el índice de desarrollo humano, el indicador de calidad de vida de Economist Intelligency Unit y un índice de esperanza de vida. Ciertamente, es difícil argumentar la existencia de una relación causal entre democracia y bienestar con estas simples correlaciones: uno podría pensar que la relación de causalidad va en la dirección opuesta; esto es, a más ingreso más democracia.

Es de hecho la pregunta que tratan de responder Daron Acemoglu y compañía en un artículo publicado en la revista American Economic Review en el 2008. A pesar del esfuerzo de los autores, quienes usan una estrategia de identificación econométrica basada en variables instrumentales que incluye controles para efectos fijos a nivel de país, los datos no son concluyentes para establecer dirección causal alguna. La relación entre democracia e ingresos sigue siendo un asunto sobre el cual no tenemos una respuesta definitiva. 

En lo que a Perú respecta, todavía sigo intrigado sobre la validez de la hipótesis de Sen. Luego de 12 años de régimen militar, en 1980 el país volvía de nuevo a la “normalidad” democrática. Es una paradoja que la gran mayoría de violaciones de derechos humanos ocurridas durante el proceso de violencia política hayan sucedido en plena primavera democrática. Tal vez, después de todo, aquellos que las padecieron no eran ciudadanos. 

Actualizacion:

Una cosa que se me olvido mencionar es que, en el contexto latinoamericano, los datos sobre democracia para el caso peruano no parecen respaldar el sentido comun que existe en el pais respecto a que no somos una nacion muy democratica. Para el nivel de PBI per-capita que tenemos, deberiamos ser un pais menos democratico de lo que sugieren los datos (estamos encima de la linea en todos los indicadores mostrados en los graficos). De los 17 paises de la muestra, solamente Colombia y Costa Rica estan muy por encima de nosotros en el indicador mencionado mientras que la distancia que tenemos con Uruguay, Chile y Ecuador es muy pequena. En los demas casos, incluyendo paises como Argentina, Mexico y Brasil, los datos sugieren que somos un pais mas democratico. 

Tal vez somos demasiado pesimistas sobre nuestra democracia.

Democracia y Bienestar

sábado, 25 de abril de 2009

Sobre los factores que explican la derrota de Sendero

Leo en el blog de Gonzalo Gamio:

“Efectivamente, como afirma Tanaka, Uri Ben Schmuel expresa sus pensamientos con una honestidad realmente brutal. A su juicio, las acciones de Colina eran “necesarias” para lograr la pacificación. Se trata de un pensamiento moralmente inaceptable, e históricamente falso: sabemos que la derrota de sendero Luminoso se debió fundamentalmente al trabajo de inteligencia policial, y no a la estrategia de “guerra sucia”. Tras la sentencia

Comentario:

Un nuevo consenso respecto a cuál fue el factor determinante en la derrota de Sendero parece haber surgido entre algunos bloggers y analistas. Confieso no estar muy convencido. Ciertamente, desde un punto de visto político, los críticos de Fujimori encuentran atractiva la hipótesis sostenida por Gamio en tanto ella permite desconocer uno de los factores que explican el apoyo que tiene aun Fujimori en algunos sectores de la sociedad peruana.  Pero mas alla de la dimensión politica, creo que este asunto no está suficientemente estudiado como para tener una respuesta tan contundente como la que señala Gamio.  Y me parece que dichas investigaciones son necesarias, independientemente del sector político se vea beneficiado con los resultados estas.

Dicho esto, señalo algunos argumentos que me hacen dudar de la validez de la hipótesis anterior:

a)     No existen estudios sistemáticos que permitan evaluar la contribución de los diversos actores que contribuyeron con la derrota de Sendero.  La hipótesis anterior asume implícitamente que la captura de los lideres principales constituyo el factor determinante en dicha derrota. Si ello es así, se debería observar una caída abrupta en el número de atentados terrorista apenas ocurrió la captura del Comité Central. Sin embargo, la base de datos de la CVR muestra que la evolución del número de acciones violentas cae monotonicamente entre 1993 y el 2000, año en el que el número de acciones terroristas converge a cero (ver Actualizacion). Desde mi punto de vista, los datos sugieren que el descabezamiento de Sendero fue una condición necesaria pero no necesariamente determinante en su derrota, con lo cual queda espacio para hipótesis alternativas.

b)      Aun en el caso de que efectivamente el rol determinante haya sido del GEIN, es difícil sostener la hipótesis de su autonomía, tal y como es presentada por los críticos de Fujimori. En particular, afirmar que el GEIN funciono con independencia al control de Montesinos y/o de Fujimori se contradice con los argumentos utilizados para acusar a Fujimori de crímenes de lesa humanidad. Si es cierto que Fujimori y Montesinos concentraron el poder en sus manos y lograron subordinar a las fuerzas armadas y policiales, como es posible que no pudieran controlar a un grupo pequeño de policías, mas aun cuando varios altos mandos de la policía están en prisión debido a sus vínculos con estos?  Pudieron controlar a las cabezas pero no a un grupo pequeño de subordinados?  Encuentro inconsistente este hecho con los argumentos utilizados para justificar el uso de las teorías de dominio del hecho.

c)       Otro factor que me hace dudar de la hipótesis de la autonomía completa del GEIN es el natural efecto “yo lo hice solito sin la ayuda de nadie” que aparece entre los responsables de un logro de tal magnitud. Es un hecho bastante natural. Un investigador social debe estar consciente de este potencial efecto y tomar con reservas la información proveniente de los participantes directos pues naturalmente estos tenderán a sobredimensionar su meritos en desmedro de los demás. Tengo la impresión de que mucha gente ha aceptado casi sin reservas la historia de Jimenez y compañía porque era funcional a su propia agenda política, del mismo modo que mucha gente asumió casi sin reservas la historia contada por Leonor La Rosa porque era funcional con la derrota del régimen Fujimorista (Ricardo Uceda menciona en la introducción de La Muerte en el Pentagonito que Leonor La Rosa habría fingido las torturas, hecho que narraría en un capitulo al respecto que no tuvo tiempo de escribir). Pero habría que hacer un análisis desapasionado del tema para poder aproximarnos a la verdad.

d)      Esta tesis no es aceptada universalmente. Existe otra literatura que sugiere que lo determinante en la derrota de Sendero fueron los comités de autodefensa. Vease, por ejemplo, este articulo de Aldo Olano:

http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/colombia/assets/own/analisis%20politico%2044.pdf

Ver también: Las Rondas Campesinas en el Perú

En lo personal, tengo la impresión de que realizar un análisis de esta naturaleza sería muy difícil dadas las complejidades del objeto de estudio. Está bien para cuenta historias y narradores de cuentos plantear argumentos reduccionistas, pero un análisis riguroso exigiría la capacidad de aislar correctamente todos los potenciales factores causales en la derrota de Sendero y ofrecer una valoración creíble de la contribución de cada uno de ellos. Exigiría también entender adecuadamente en que dimensión cada intervención o agente fue importante.

Yo estaría más por una visión más global de la derrota a Sendero en vez de focalizarme solo en un factor, no pocas veces con algún objetivo político subalterno. Y sobre todo me parece injusto el reduccionismo en tanto pone en un segundo plano la contribución de mucha gente que se la jugó para derrotar a Sendero, sobre todo los más pobres. Muchísima gente peleo contra Sendero en el campo, no pocas veces sin ser su obligación. Al final del día, la policía y las fuerzas armadas cumplían su rol, ciertamente con valentía a pesar de algunos malos elementos, pero la resistencia de los campesinos en contra de Sendero no ha sido lo suficientemente valorada, más aun en un contexto de histórico abandono por parte del Estado.  

Por otro lado, es difícil evaluar cual fue la contribución que tuvo la guerra sucia en contra de Sendero, no solo durante el tiempo de Fujimori sino también durante los gobiernos democráticos de los 80s, los cuales también tuvieron sus Colinas. Es difícil evaluar el rol disuasivo que estas estrategias pudieron tener y ello amerita una investigación seria. En el plano de lo moral dichas prácticas son ciertamente inaceptables, pero no por ello no se puede desconocer su rol desde un punto de vista factico, si es que algún rol tuvieron. No hay que confundir nuestra posición moral con tratar de entender que es lo que paso realmente.

Sobre este último punto, siempre me llama la atención el argumento contra-factico que muchos hacen respecto a que en el Perú se hubiera podido vencer a Sendero Luminoso sin necesidad de violaciones sistemáticas a los derechos humanos. Me parece que hay mucho de buenos deseos en dicha proposición, pero carecemos de análisis rigurosos al respecto. Por un lado, en casi todas las sociedades que enfrentaron procesos similares, dichos costos se dieron y aun en los casos excepcionales en donde ello no fue así ameritaría estudiar cuales fueron las condiciones que permitieron lo anterior. Es un poco como la tesis de Campodónico que defiende la idea de tener empresas publicas con el argumento de que Chile si las tiene cuando lo que se debería discutir es si las condiciones de institucionales del país permitirían tener empresas publicas eficientes. Así como el que las empresas publicas chilenas sean eficientes no dice nada respecto a que en el caso peruano ello tenga que ser así, el hecho de que en otros contextos de guerra interna las violaciones a los DDHH no hayan sido similares a las ocurridas en el caso peruano tampoco dice nada de cómo estas pudieron haber sido en un escenario contra-factual. Se requiere un análisis más fino a fin de evaluar esa proposición, no solo voluntarismo y buenos deseos.

Para terminar, me parece claro que aun falta escribirse una historia desapasionada de los que paso durante el periodo de guerra interna. Parece que aquí se aplica aquel dicho que reza que para que un tema sea estudiado objetivamente desde las ciencias sociales, sus principales protagonistas deberían estar muertos. 

Actualización 1

Gianmarco León me hace notar algunas imprecisiones de mi punto a) sobre la caída de las acciones terroristas luego de la captura de Abimael. Los datos que cite correspondían al número total de acciones violentas y no solo aquellas cometidas por Sendero. Una vez que se excluyen las acciones de los otros agentes, la caída es más pronunciada de lo que sugerí originalmente. Gianmarco me ha prometido los datos desagregados, que compartire apenas los tenga. 

Actualización 2

Aqui va la informacion elaborada por Gianmarco Leon. Agrego de paso algunos comentarios del mismo sobre el tema. Como el dice, el argumento central de su trabajo no esta relacionado con el tema de discusion, el cual versa sobre los efectos de largo plazo de la violencia sobre la acumulacion en capital humano y que comentare en detalle en un proximo post. En mi post yo me base en uno de sus graficos (especificamente, la figura 3), en el cual se presenta informacion sobre el numero de eventos violentos reportados por año y que es exactamente igual al primero de los mostrados abajo pero sin la distincion entre el tipo de agente perpetrador. Dado que tome los datos de su paper, hice la cita correspondiente aunque ciertamente al hacer eso no me percate que ello podia inducir a atribuir al paper una interpretacion mia que no esta relacionada con el paper a pesar de estar basada en los mismo datos. Yo hice la correccion correspondiente para subsanar este error mio. En lo que respecta al sentido del post, tomen nota que la interpretacion que hago de los datos no se ve alterada: la caida sigue siendo la misma, aunque mas pronunciada de lo sugerido originalmente. Mi impresion particular es que sobre el rol de la caida del Comite Central en la derrota de Sendero sigue siendo un tema que amerita mas investigacion. Ese es el sentido original de mi post, no negar el rol del GEIN sino mas bien indicar que aun se necesita estudiar mas el tema antes de tener una respuesta concluyente al respecto. Hechas las aclaraciones del caso, aqui van los comentarios de Gianmarco:

Sobre lo que te dije hace un rato de la cita en el blog, me halaga que me cites, y también me gusta que estes buscando abrir la discusión. Pero te pedi que por favor saques la cita porque en mi trabajo yo no hago ninguna alusión al tema que estas discutiendo, y por tanto, no me parece que viene al caso citar el paper en este contexto. De acuerdo con que hay que estudiar mas seriamente el asunto, pero el estudio de los "potenciales factores causales en la derrota de Sendero y ofrecer una valoración creíble de la contribución de cada uno de ellos" es imposible, y no es un asunto al que se pueda aplicar la lógica deductiva ni el análisis preciso que generalmente pretendemos hacer los economistas; mas bien es un análisis político, y como tal creo que el grafico que te estoy mandando puede leerse tanto desde tu postura como desde la de Gamio como evidencia que da soporte a la hipótesis. Personalmente creo que, dada la estructura extremadamente jerárquica de Sendero, la caída del comité central causo que sendero como lo conocimos desde su fundación hasta ese momento, desapareció. Lo actos violentos que se ven después y que se atribuyen al PCP-SL son facciones separadas con objetivos disparatados (lease, algunos querían liberar a abimael, y otros agarrar la cantidad de plata que puedan de los narcos), en ese sentido, sendero desapareció en el 93 (por eso mismo centro mi paper en el periodo 80-93, porque a mi entender ahí se acabo sendero y la guerra civil).

Ligado a lo anterior, me parece un poco exagerado tu énfasis en la evidencia dura necesaria para generar juiciois y conclusiones, en algunos casos el sentido común nos dice mucho mas que cualquier evidencia "dura"...despues de
todo, el sentido común es el fruto de repetidas observaciones de sujetos racionales, y estas observaciones han sido validadas por la racionalidad de aquel que transmite tal idea (Gadamer?, no me acuerdo..).

Datos desagregados de la CVR Datos desagregados de la CVR stanislaomaldonado Elaboracion: Gianmarco Leon

Predicar con el ejemplo

Hace un par de dias, aparecio un post de J. Godoy titulado "La Congresista Supa y Aldo Mariategui" del cual cito la siguiente parte:

"En tercer lugar, bien lo anotó Guido Lombardi en el debate parlamentario, aquí también hay una cuestión de derecho a la intimidad. Puso el parlamentario como ejemplo el hecho de que cualquiera de ellos podía estar anotando temas personales y a nadie tenía porque interesarle que anotaba la parlamentaria."

Ayer por la manana le envie este comentario a su autor, el mismo que aun esta a la espera de ser moderado:

"Dices:

“En tercer lugar, bien lo anotó Guido Lombardi en el debate parlamentario, aquí también hay una cuestión de derecho a la intimidad. Puso el parlamentario como ejemplo el hecho de que cualquiera de ellos podía estar anotando temas personales y a nadie tenía porque interesarle que anotaba la parlamentaria.” 

Coincido contigo. Pero no fuiste tu con el Morsa los que publicaron las notas de Chang? Tambien el tenia derecho a la intimidad, supongo. A menos que los derechos solo nos sirvan instrumentalmente.

Saludos"

Veamos si el dueno del blog se anima algun dia a moderar mi comentario.

lunes, 13 de abril de 2009

Sobre autoritarismo y democratización: Entrevista a Guillermo O’Donnell

Ahora que, a partir de la sentencia a Fujimori, algunos pretenden vincular el modelo de libre mercado con regímenes autocráticos, no vendría mal volver a revisar viejas lecturas sobre autoritarismo y democratización en América Latina. Uno de los autores más importantes en esta área de investigación ha sido el argentino Guillermo O’Donnell, profesor de la Universidad de Notre Dame.  Aquí va una entrevista a O’Donnell que apareció en el libro Passion, Craft, and Method in Comparative Politics editado por Gerardo Munck y Richard Snyder.  


Entrevista ODonnell Entrevista ODonnell stanislaomaldonado

sábado, 11 de abril de 2009

La Era de Milton Friedman o como los termocéfalos pretenden desconocer los logros económicos del modelo de libre mercado

El último número del Journal of Economic Literature trae un par de artículos muy interesantes. Uno es un literature review de Guido Imbens y Jeffrey Wooldridge sobre desarrollos recientes en los métodos econométricos para la evaluación de programas, de lectura altamente recomendable para los interesados en métodos cuantitativos.  El otro es un artículo escrito por Andrei Shleifer, titulado provocativamente “The Age of Milton Friedman”, que es básicamente una reseña de un par de libros que contiene evaluaciones contrapuestas sobre lo que algunos llaman modelo neoliberal. Sobre este último quiero referirme en este post.

El artículo es interesante si es que uno lo compara con la monserga de moda que le achaca todos los males del mundo al modelo de libre mercado. Hay gente muy inteligente como Stiglitz que está llevando la critica demasiado lejos, construyendo para ello un modelo del papel al cual atacar; el mismo que sin embargo no existe en la práctica. La izquierda y los críticos de la globalización lo citan mucho, y a el parece divertirle la notariedad ganada con argumentos que están bien para los legos y el público en general, pero que serian fácilmente cuestionadas por gente que está en la academia.

En el Perú, la gente de Actualidad Económica es la que más le sigue los pasos a este tipo de versiones apocalípticas de moda respecto a la evolución del capitalismo. Jurgen Schuldt es un caso emblemático de esto último:

“Los próximos años no son alentadores. El catedrático avizoró “turbulencias similares a las que se dieron entre las dos últimas guerras mundiales”, las cuales “se expresarán en proteccionismos crecientes en lo financiero, laboral, tecnológico y de activos, así como devaluaciones competitivas” lo que se traduce en que “los países se cierran e intentan desarrollarse dentro de cada bloque”.

Una nueva arquitectura internacional, deberá girar en torno a un Banco Central Mundial, “aunque aquello resulta utópico”, dijo Schuldt, “como lo es la desdolarización en Ecuador”, acotó, puesto que la crisis mundial no es coyuntural sino estructural, económica, política y tecnológica, “la misma que puede durar una o dos décadas”, puntualizó.

Los momentos económicos más preocupantes del sistema capitalista, son como “ondas, tanto cortas, cuanto largas, cada una con características propias, crisis que no es la primera dentro del sistema capitalista, porque ha sucedido una y otra vez, como parte del sistema capitalista y de acumulación del capital.” 

Según Schuldt, estaríamos frente a una crisis que podría durar una o dos décadas! Este me recuerda el tipo de lecturas que se difundían hacia fines de la década pasada cuando éramos testigos de la crisis asiática, la rusa y la brasileña.  En esos tiempos también había agoreros del final del modelo neoliberal y sin embargo un par de años mas tarde la situación se había normalizado y empezaba un ciclo de crecimiento económico mundial extraordinario. Podría apostar que Jurgen (y todos los fatalistas que coinciden con el) se equivoca, como se equivocaron los fatalistas antes.

Volviendo al artículo de Shleifer, creo que muchos de los críticos tienen una mirada muy sesgada, en donde los datos casi siempre están ausentes. Aquí comparto  la figura 1 de su artículo, en donde se muestra la evolución del producto bruto per-cápita mundial, la medida estándar de bienestar de los países. Como se desprende del grafico, entre 1980 (el momento del inicio del modelo de libre mercado según los críticos, debido a la llegada de Reagan y Thatcher al poder en USA e Inglaterra respectivamente) y el 2005 el PBI pc paso de ser alrededor de 5,500 dólares a alrededor de 9,000. Un incremento simplemente espectacular.


Con datos de Angus Maddison podemos construir una historia similar para el caso peruano. En el grafico que sigue pongo la evolución del PBI per-capita, la medida de bienestar más aceptada, para el periodo 1968-1990. Dicho periodo cubre el modelo de estado interventor impuesto en el país por el régimen militar de Velasco Alvarado; el gobierno de Belaunde, el cual aunque conto con algunos liberales en el régimen hizo muy poco por desmantelar el modelo anterior; y el gobierno populista de Alan Garcia. Cuando los militares tomaron el poder, encontraron un PBI pc de cerca de 3700 dolares y cuando lo abandonaron este llegaba a 4300 dolares. El crecimiento estuvo basado en endeudamiento externo, y no tardarían en estallar las bombas dejadas por los militares en manos de los regímenes democráticos de los 80s, los cuales dejaron el PBI pc en alrededor de 3000 dólares.

Con el modelo de libre mercado, el PBI pc creció de 3000 dolares a alrededor de 4500, como se observa en el grafico siguiente. Aun periodos de recesión, el PBI per-cápita no mostró una caída significativa, como sí ocurrió en los 80s.  

Me parece fundamental tener en mente datos como estos a la hora de juzgar un modelo económico como el vigente. Y esto es importante, más aun ahora que tenemos una crisis internacional encima. Con esto no quiero decir que el modelo sea perfecto, pero me parece sintomático que aun en el peor escenario el país seguirá creciendo, aunque sea a tasas modestas. Esto no ocurría en el pasado, cuando el modelo del estado interventor y basado en empresas públicas (como las que tanto añora Humberto Campodónico). Así, mientras que con la crisis de la deuda de 1982, el PBI per-cápita cayo de 4300 a 3600 dólares en un año, durante la crisis asiática-ruso-brasileña-argentina el PBI per-cápita se mantuvo constante. No hubo progreso, pero tampoco retroceso, mucho menos caídas dramáticas como las que ocurrían cuando las empresas públicas y un Estado interventor eran la base del manejo económico.  

Es importante tener esto en mente cuando algunos pretenden convertir la condena a Fujimori como una suerte de condena al modelo económico.  Veamos un par de ejemplos:

“La misma crítica es extensible a buena parte de la derecha peruana, sobre todo en la semana de la sentencia a Alberto Fujimori, por crímenes de lesa humanidad. ¿No se debería reclamar también un deslinde con el autoritarismo como forma de gobierno? ¿Crecimiento económico -en entredicho, además, teniendo en cuenta la enorme corrupción, justamente económica- sin derechos humanos? ¿Los costos sociales de la reinserción del Perú al sistema financiero mundial? ¿Las cuotas de sangre para la revolución capitalista en el Perú?”  La derecha sale del closet

Mas allá del dramatismo del autor (cuotas de sangre? Por favor!), lo cierto es que los datos sobre el crecimiento están ahí y el bienestar material observado en el país es claro para cualquier ciudadano de a pie. Ello explica en parte el apoyo que Fujimori goza aun en ciertos sectores de la sociedad peruana. Solo la cerrazón ideológica podría negar lo anterior.

Otro ejemplo, esta vez más extremista aun:  

“¿Podemos desligar estos escuadrones de la muerte del golpe de Estado del cinco de abril y del modelo económico neoliberal? No, de ninguna manera. El golpe, que es el mayor crimen que un gobernante puede cometer contra el Estado democrático, fue indispensable para encubrir y continuar la “guerra sucia” en curso. Y no sólo se trató, como quieren hacernos creer algunos incautos del período abiertamente dictatorial entre abril y diciembre de 1992, no nos olvidemos de todas las patrañas del CCD, Parlamento títere de la dictadura, para encubrir los crímenes que justamente acaban de ser sentenciados. Pero el terror de Estado que tuvo en los crímenes juzgados sus acciones más conocidas, fue también indispensable para aplicar el ajuste económico o la terapia de shock, esa forma de terror colectivo como señala Naomí Klein. ¿Cómo fue posible que se produjera esa expropiación masiva de los derechos sociales a la mayoría ciudadana, así como la privatización de los recursos públicos a través de procesos amañados a favor de una pequeñísima minoría de empresas principalmente extranjeras? Porque existía un Estado que aplicaba el terror, selectiva y colectivamente, y porque los que nos oponíamos sabíamos que nos jugábamos el trabajo e incluso la vida. En otras palabras, el Fondo Monetario Internacional  y los tecnócratas y empresarios que lo apoyaban necesitaban su Fujimori y su Montesinos, su Cantuta y su Barrios Altos.”  ¿Quién necesitaba Barrios Altos y Cantuta?

De veras que esta vez Lynch se llevo el premio a la termocefalia ideológica, y encima basándose en Naomi Klein que no se caracteriza precisamente por ser una analista objetiva. Me parece muy claro que buena parte de la izquierda termocefalica del país va a tratar de sacar ventaja de la condena a Fujimori para cuestionar el modelo económico. Sin embargo, por una situación muy circunstancial es que el modelo de libre mercado aparece relacionado al autoritarismo para el caso peruano. Lo cierto es que las reformas de mercado ocurrieron en diversas partes del orbe, con diversas variantes de sistemas políticos. En el Perú, en gran medida por la ausencia de contrapesos institucionales y por el desprestigio del sistema político, terminaron condicionando esta asociación con el autoritarismo pero no es posible establecer una relación causal entre ambos fenómenos. De hecho, los datos globales sugieren que las reformas de mercado estuvieron asociadas con regímenes democráticos más que con gobiernos dictatoriales. Cualquiera que mire los datos de Freedom House o la base de datos Polity IV y los combine con algunos de los índices de reformas estructurales hechos por la CEPAL o el BID puede constatar dicha asociación. Mirar más los datos no le caería mal a Lynch o a Bustamante.

Para los que creemos en los derechos humanos, la condena a Fujimori por crímenes de lesa humanidad es sin duda motivo de celebración, mas aun en un país mal acostumbrado a apostar por salidas autoritarias, ya sean de izquierda (la revolución armada en la que creyó buena parte de la izquierda del país) o de derecha (a la cual parece no molestarle acomodarse con algún régimen autoritario que le permita hacer ganancias).  Sin embargo, es preciso ver con objetividad la evidencia y lo que los datos muestran es que hubieron progresos durante los noventa a pesar de tener un régimen corrupto y autoritario. Probablemente, en ausencia de un régimen de esta naturaleza, el progreso material hubiera sido mejor, pero aun en estas condiciones los avanzado en los noventa fue mucho mejor a lo visto en nuestro pasado reciente. Ahora que el régimen político es democrático, es preciso demostrar que el progreso material puede ser mucho mejor y resolver la tarea pendiente de reducir las brechas y desigualdades que caracterizan al país. Creo que lo avanzando con el modelo económico es importante, pero la clave para avanzar hacia una mayor equidad parte por reformar el Estado y esa es la tarea que ninguno de los últimos gobiernos ha querido enfrentar.  

The Economist sobre la sentencia a Fujimori

Para los interesados.Fujimori Trial Fujimori Trial stanislaomaldonado