domingo, 16 de mayo de 2010

El Angel de Budapest

Hace unas semanas atrás, leí este articulo en El País acerca del conocimiento que tuvo el dictador español Francisco Franco sobre las atrocidades del régimen de Hitler. La historia, resumida, es que un diplomático español, llamado Angel Sanz Briz, envió una nota diplomática desde Budapest en donde advertía sobre las matanzas de judíos en los campos de concentración. Así lo cuenta El País:

“El puñado de papeles que el diplomático envió a Madrid iba precedido de una carta a "Vuestra Excelencia" en la que informa "sobre el trato a que se condena a los judíos en los campos de concentración alemanes". Desvelaba que se los habían hecho llegar "elementos de la junta directiva de la organización sionista de la capital". "Su origen, pues", se dice en la misiva, "le hace sospechoso de apasionamiento. Sin embargo, por los informes que he podido obtener de personas no directamente interesadas en la cuestión y de mis colegas del cuerpo diplomático aquí acreditado, resulta que una gran parte de los hechos que en él se describen son, desgraciadamente, auténticos". Los papeles permanecían hasta ahora en los archivos del ministerio, en una carpeta donde se lee "no mostrar". Ahora sirven para confirmar hasta qué punto el Gobierno de Franco, simpatizante de Hitler en la Segunda Guerra Mundial y ambiguo en sus posiciones hacia el final de la contienda, conocía con todo detalle el plan que los nazis estaban llevando a cabo para exterminar a los judíos.” Excelencia, esto ocurre en Auschwitz.

Sin embargo, lo central en esta historia, no es tanto el silencio del franquismo ante la barbarie nazi. Lo que conmueve en esta historia es el esfuerzo de este diplomático español para salvar a miles de judíos (la gran mayoría no españoles) de la muerte segura en los campos de concentración. Primero, Sanz pidió apoyo al Gobierno español para proteger a los perseguidos por el régimen nazi. Nunca recibió respuesta. Luego, apelando a una antigua ley (expedida en 1924 pero ya no vigente en aquel entonces) que permitía extender la nacionalidad española a judíos sefardí, Sanz logró convencer (soborno de por medio) al gobierno húngaro de extenderle 200 visados para ciudadanos españoles. Apelando a una criollada, Sanz convirtió estos 200 visados en alrededor de 5200. ¿Cómo? Lo contó el mismo Sanz en un libro escrito hace un tiempo atrás ("Los judíos en España" de Federico Ysart):

"Conseguí que el Gobierno húngaro autorizase la protección por parte de España de 200 judíos sefardíes (…) Después la labor fue relativamente fácil, las 200 unidades que me habían sido concedidas las convertí en 200 familias; y las 200 familias se multiplicaron indefinidamente, con el simple procedimiento de no expedir salvoconducto o pasaporte alguno a favor de los judíos que llevase un número superior al 200. Esos documentos se hicieron en muchísimas series, calificando cada una con las letras del alfabeto".

No solo eso, tomando de sus propios recursos, Sanz alquiló varios edificios en donde cobijó y alimentó a los miles de judío que salvó. Tras sobornar a la autoridad regional nazi, logró que dichos establecimientos tengan condición de extraterritorialidad y por tanto sean considerados territorio español. Una acción muy valerosa para un diplomático de un régimen afín al nazismo como el régimen de Franco.

Pero Sanz no solo hizo eso. Según su viuda, en alguna ocasión el mismo Sanz sacó de trenes que se dirigían a campos de concentración a judíos que ya contaban con los documentos expedidos por la Embajada. Asimismo, un grupo de 500 niños judíos fueron puestos a buen recaudo en Tanger, en aquel entonces bajo el control español, debido a los oficios del diplomático.

Ante la inminente llegada de los soviéticos a finales de 1945, con los que España no tenia buena relación entonces por la afinidad del franquismo con el nazismo, Sanz fue obligado a dejar Budapest. Dejo todo el esquema que había ideado para salvar judíos en manos de sus colaboradores que siguieron trabajando en esa dirección hasta que finalmente los soviéticos acabaron con la represión de los judíos en Hungría. Sanz fue destacado a otros lugares después, e incluso estuvo un tiempo en Lima. Debido a razones políticas, su labor heroica estuvo silenciada (España e Israel recién establecen relaciones diplomáticas a partir de 1986 después de 11 años de la muerte de Franco. Por otro lado, había mucha resistencia en Israel por reconocer a un funcionario de un régimen afín al nazismo) tanto así que casi todo el reconocimiento público que obtuvo por su labor llegó después de su muerte en 1980. Su nombre recién gana notoriedad en 1991 cuando el Museo del Holocausto Yad Vashem de Israel le concedió póstumamente el título de “Justo entre las naciones”, el máximo reconocimiento que le otorga el Estado de Israel a quienes se distinguieron por su labor humanitaria a favor de los judíos durante la barbarie nazi. En 1994 el Gobierno de Hungría le concedió póstumamente la Cruz de la Orden del Mérito.

Sanz no tiene la fama que obtuvo Oskar Schlinder, el industrial alemán que salvó a 1100 judíos y cuya historia fue contada por la galardonada película La Lista de Schlinder de Steven Spilberg. Tampoco es muy reconocida la labor de Gilberto Bosques, diplomático mexicano que salvó a cientos de judíos y opositores del facismo alemán y español facilitándoles la huida a México, y a quien el Estado de Israel concedió también el título de “Justo entre las naciones”. Así como ellos, hay cientos de personas extraordinarias que no miraron al costado cuando la barbarie se volvía sentido común e hicieron algo, muchas veces poniendo en riesgo su propia vida, para proteger a los perseguidos. Seres que nos muestran que, allí en donde lo peor del ser humano asoma, también surge aquello que nos hace acercarnos a lo divino. Seres que defendieron la vida y lucharon por preservarla allí en donde el desprecio por esta llego a niveles inimaginables.

En un mundo en donde la intolerancia parece estar de vuelta y en donde algunos pretenden minimizar la barbarie, no está de más recordar a estas personas.

Para que no se repita.

sábado, 15 de mayo de 2010

Roger Garaudy: del humanismo marxista al negacionismo

Cuando estudiaba economía en San Marcos, siempre me quejaba de lo poco útiles que eran los buscadores de la biblioteca de mi facultad. Siendo una universidad tan antigua, me imaginaba que la biblioteca debería tener buenos libros, sobre todo clásicos. Así que, alguna vez, me puse a trabajar en la biblioteca para ver que había. No me equivoque, pues encontré cosas muy interesantes como un libro de antropología filosófica escrito por Roger Garaudy, filósofo marxista francés.

Como la mayoría de los sanmarquinos, mi formación ha sido siempre muy autodidacta. Eso tiene sus riesgos pues uno puede andar muy desorientado. Pero creo, que para mucha gente de mi generación, la formación autodidacta es la base de nuestra formación humanista. Y uno de los libros que me influyó mucho en aquel entonces es “Perspectivas del Hombre”, escrito por este filósofo francés. En aquel libro Garaudy pasa revista a las principales corrientes filosóficas de mediados de siglo XX como eran la filosofía católica (básicamente aquella que proviene de los escritos del Padre Teilhard de Chardin), el existencialismo (especialmente el de Sartre, aunque incluye también a Marcel) y las corrientes marxistas. En el libro se discute básicamente como estas distintas corrientes enfocan el problema del hombre y tiene la virtud de incluir correspondencia de los principales exponentes de cada doctrina respecto a la lectura que el autor hace de ellas. Sin duda, un esfuerzo interesante por invitar al dialogo a los oponentes intelectuales y promover un marxismo humanista.

Aun conservo la fotocopia que hice de aquel libro en mis primeros años en San Marcos, sobre todo porque me sorprendió de sobremanera lo bien escrito y la apuesta sincera por el dialogo. Por eso me apena enterarme que Garaudy ha retrocedido con el tiempo y se ha convertido en un representante del negacionismo. En un lamentable libro, titulado “Los Mitos Fundacionales del Estado de Israel”, un convertido al Islam Garaudy le da cabida a las lamentables y poco rigurosas tesis negacionistas de historiadores poco serios como David Irving.

Garaudy fue condenado por la justicia francesa bajo el cargo de haber delinquido al negar un crimen contra la humanidad como fue el holocausto. 6 meses de cárcel y 240 mil francos fue la condena. Una pena ver a uno de tus referentes intelectuales de juventud convertido en un exponente de la intolerancia.

viernes, 7 de mayo de 2010

Aerosmith en Lima: algunas canciones para que las pidan por mi

Aerosmith estará en unas semanas en Lima dando un concierto y me lo perderé de nuevo por andar lejos de Perumanta. Fui a un concierto en el 2007 cuando estaba en DC, pero lo malo de los conciertos acá en USA es que las bandas de rock no suelen tocar lo mejor de su repertorio y se enfocan en las canciones de su último álbum, cosa que no suelen hacer en países a los que van por primera vez. Asi que, si alguien se anima, pídanle a Steven Tyler de mi parte que canten alguna de estas canciones:

Walk this way (Originalmente en el álbum “Toys in the Atic”)

Esta version es la grabada con la banda de rap Run-DMC. Según mucha gente, esta version ayudo a resucitar a Aerosmith de la debacle en que se encontraba a fines de los 70.

Dream on (Originalmente en el álbum debut titulado “Aerosmith”)

Probablemente una de las mejores canciones de la banda y probablemente la más filosófica también. El coro es simplemente genial. Para los espíritus depresivos con un leve tono agónico, en el sentido de Unamuno. Pongo una versión en vivo con subtítulos en español.

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What it takes (Originalmente en el album “Pump”)

Una canción para no escuchar cuando pasar por una decepción amorosa. La letra es simplemente mortal. Como esa parte que dice “all those late night promises I guess they don't mean a thing”. Si estas en esas, pasa a la siguiente canción. Sino, dedícasela a la que parecía que era pero al final termino no siendo (o que no valía la pena que fuese). Say no more…

Janie’s got a gun (Originalmente en el album “Pump”)

Esta canción es una de las pocas canciones de la banda que aborda un asunto social de importancia como es el abuso sexual (en la historia el agresor es el padre). El video es bastante bueno.

Fly away from here (Originalmente en el album “Just push play”)

Me gusta escuchar esta canción cuando ando algo desanimado. Esa parte que dice: “If this life, gets any harder now. It ain't no nevermind, you got me by your side and anytime you want”. La canción fue incluida en una de los recordatorios por motivos de 11 de septiembre. El video me parece malo, por toda esa honda futurista. En fin.

Angel (Originalmente en el album “Permanent vacation”)

Esta canción no necesita presentación (tsa C). Disfrutenla!


miércoles, 5 de mayo de 2010

Sendil Mullainathan y cómo resolver problemas sociales de un codazo

Interesante video con Sendil Mullainathan, profesor de Harvard, sobre la interacción entre psicología y desarrollo. Gracias a Gianmarco León por el dato.

lunes, 3 de mayo de 2010

El Reino de la Intolerancia

La intolerancia no es un patrimonio de los conservadores. Hace unos años, la Universidad de San Marcos no permitió el desarrollo de un evento organizado por estudiantes en donde expondría Alberto Montaner, un reconocido liberal critico del régimen cubano. Años antes, Javier Diez Canseco –reconocido dirigente histórico de la izquierda- bloqueó un evento organizado por Susana Higuchi en el Congreso en donde se presentarían críticos al régimen cubano. Así como estos, podría mencionar muchos ejemplos de cómo en el Perú, a pesar del discurso de pluralidad y respeto que los sectores progresistas suelen enarbolar, la intolerancia no es un patrimonio exclusivo de los fujimoristas o el Opus Dei.

El reciente caso de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el conflicto entre el Arzobispado y la PUCP ha puesto de manifiesto la intolerancia de algunos de nuestros “progresistas”. Lo que debería resolverse por la vía legal, se pretende convertir en una suerte de batalla entre el bien y el mal. Mucho maniqueísmo para una discusión sobre los alcances de una herencia.

La discusión ilustra de paso la pobreza y escaso arraigo de la tradición liberal en el país. Ya no solo es Aldo Mariátegui o algunos de sus columnistas retrógrados de poca monta del pasquín que dirige los que celebran con el Cardenal una discutible sentencia del Tribunal Constitucional. Es también un sector crecientemente intolerante cuyo argumento en defensa de la PUCP consiste en recalcar los pobres antecedentes del Cardenal cuando ello no es lo que está en discusión. Lo que está en discusión es si el Arzobispado tiene derecho o no de tomar decisiones sobre la marcha de la PUCP en función a lo establecido en el testamento de Riva Agüero. Cipriani puede ser el diablo en persona, pero lo que se discute es si le asiste o no –en su condición de Cardenal- un derecho particular. Y cualquier liberal, incluidos los de izquierda, debería entender que no importan las cualidades personales del que reclama por un derecho si es que tal derecho le corresponde de acuerdo a la normatividad vigente.

Defender a la PUCP apelando al conservadurismo del Opus Dei o acusando de fachos y/o pro-fujimoristas a los que celebran en la otra esquina, me parece una muestra de la intolerancia de aquellos que pretenden defender a la PUCP, a la que consideran como un centro abierto y plural, cayendo en los mismos vicios que parecen criticar. Si la PUCP es tan plural y abierta, ¿Cómo es que muchos de sus defensores –casi todos formados en sus aulas-parecen no ser menos intolerantes que los conservadores que pretenden controlarla?

¿Y qué pasa si la justicia determina que el testamento de Riva Agüero le concede un rol en el manejo de la universidad al Arzobispado? ¿Patearán el tablero?

MAS SOBRE EL TEMA

Ver este post de Silvio Rendón para una visión menos “camiseta” del caso PUCP.

sábado, 1 de mayo de 2010

Corrupción y recursos minerales en Perú

Comparto el power point de una presentación que di ayer en el Development Workshop de mi programa doctoral sobre resultados preliminares de un estudio que vengo haciendo sobre corrupción y recursos minerales en el Perú. Semanas atrás lo presente también en el seminario de metodología del Departamento de Ciencia Política aquí en Berkeley. Interesante el contraste entre el tipo de preguntas que uno enfrenta cuando el auditorio está lleno de politólogos. Da para escribir un post.

Gracias a Tania Lozano por la asistencia en la investigacion.

Resource Windfall and Corruption

Contrafactuales Cipriani versus la PUCP

La sentencia del Tribunal Constitucional respecto al caso Cipriani versus la PUCP ha causado la comprensible preocupación (aunque en mi impresión exagerada) de gente vinculada a la PUCP respecto al futuro de esta casa de estudios. Confieso no entender los pormenores del caso (un buen análisis puede encontrarse en el blog de J.A. Godoy y el de M.Tanaka), y de verdad que tampoco me llama mucho la atención como para invertir el tiempo en entenderlo. Sin embargo, si me llama la atención la (sobre?)reacción de mucha gente respecto al caso. Como no suelo opinar de lo que no conozco, me limitare a hacer unas preguntas y una comentario sobre un caso similar que si conozco un poco mejor.

Primero, veamos algunas reacciones:

“Ese triste pero posible panorama, recordémoslo, no es el de una simple crisis interna para la Universidad Católica. La PUCP es la institución más solvente de la academia peruana, es uno de los motores de nuestra intelectualidad, una de las pocas tablas de salvación de nuestra sociedad si es que alguna vez esperamos salir del agujero en el que los Fujimoris y los Garcías nos han enterrado. ¿Se puede permitir que quede precisamente en manos de ellos mismos?

¿Cuánto tiempo pasará antes de que desaparezcan el Instituto de Derechos Humanos de la PUCP, las valiosas cooperaciones entre la universidad y la sociedad civil o los mecanismos de difusión y construcción de una cultura al alcance de todos que la PUCP promueve a través de eventos como el Festival de Cine de Lima?” Los fuji-fachos

“Les importa muy poco o nada el riesgo de que una de las universidades más importantes del Perú sea capturada por manos ultraconservadoras, y que su nivel académico descienda al abismo en virtud del control ideológico ultramontano. A muchos falsos liberales no les interesa la preservación de las libertades académicas, o que se prohíba la lectura de ciertos libros (con “etiqueta roja”) o que se impida la investigación en determinados temas. Tampoco reparan en el hecho de que hoy la PUCP es un recinto plural en donde encontramos profesores de distintas escuelas y modos de pensamiento, pluralidad que se disolvería con la intervención conservadora; mienten quienes sugieren malintencionadamente que la PUCP constituye una “cantera izquierdista” El fariseísmo de los falsos liberales

“Hay una tercera razón y es crucial. La Iglesia no puede controlar las finanzas de una universidad, porque puede ahogar económicamente aquellas iniciativas que no le agradan. Dice que no se va a meter con cursos ni profesores, pero controlando el presupuesto puede orientar las cosas hacia donde desee. En realidad, ni la Iglesia ni ninguna otra institución puede decidir sobre la economía de una universidad. El riesgo es que cese la producción de ciencia y se transforme en propaganda. Por ello, la enorme importancia que para todo el país tiene la autonomía universitaria, también violada por este insólito fallo del TC.” La Pugna por la Católica

En resumen, si el Cardenal lograse controlar la PUCP, entonces un poco mas y volveríamos a la edad media. La PUCP se volvería en nido de conservadores y propagandistas (una sucursal del Opus Dei), y con ella se afectaría el nivel de la academia peruana.

Preguntas:

¿No es la Universidad de Piura una universidad controlada por el Opus Dei? ¿No es cierto que, hoy por hoy, es la universidad que tiene la mejor plana docente en economía en el Perú (buena parte de ella con doctorados en el exterior por encima del promedio de doctores que tienen la UP y la PUCP)? Como que no suena, más allá de que nos guste o no la doctrina de Escrivá de Balaguer, que el Opus Dei controle universidades de mala calidad.

En el escenario de que Cipriani llegara a controlar la PUCP:

¿Botaran a todos los profesores que no sean católicos? ¿Quemaran todos los libros de Sartre en el Polideportivo de la PUCP? ¿Prohibirán que las estudiantes usen minifaldas en el campus? ¿Expulsaran a estudiantes que se fumen un troncho en sociales? ¿Prohibirán la lectura de los libros del Padre Gutiérrez? ¿Habrá carteles llamando a la castidad pegados en todos los murales?

Si, se que exagero, pero mi sensación es que las reacciones por el fallo no lo son menos. Ahora en serio:

¿Cambiara la composición del profesorado? ¿Despedirán a los profesores de tendencia de izquierda? Me parece algo difícil. Ni siquiera Fujimori, con todo el apoyo que tuvo, pudo llevar a cabo una reforma laboral tan radical. Con toda la resistencia que tiene Cipriani, dudo que encuentre espacio como para cambiar abruptamente la composición de la plana docente.

Si no son los profesores, ¿entonces qué? Los temas de investigación de los profesores no se verán afectados ya que eso no pasa en ninguna universidad controlada por la Iglesia, más aun en un contexto como el peruano en donde básicamente se produce gracias a consultorías y no por fondos asignados directamente por la universidad. Las bibliotecas no se verán en lo sustancial afectadas (no creo que Cipriani mande a quemar libros de física nuclear, de biología molecular o de teoría del desarrollo). Uno no debería esperar cambios en el caso de las ciencias básicas y por ahí tal vez alguno que otro cambio marginal en el caso de las letras y ciencias sociales, que en lo sustancial no debería afectar, para bien o para mal, la calidad de la investigación y enseñanza producida por la universidad (que, convengamos, para estándares internacionales no son tan buenas que digamos).

Ahora, uno si podría observar ciertos cambios en algunas posiciones más institucionales de la universidad, pero ahí el asunto es más relativo. A mí me parece positivo el apoyo y el rol que la PUCP ha tenido en temas de DDHH. Pero si lo dejara de tener, no me parece que sería el fin del mundo como ciertos sectores parecen sugerir. Existe un movimiento importante de personas e instituciones interesadas en DDHH en el país, por lo que dudo que la desactivación del Instituto de Derechos Humanos de la PUCP vaya a afectar demasiado. Lo mismo puede aplicarse a otros temores similares a la pérdida del énfasis en la temática de DDHH que ha tenido la universidad. Si no lo hace la PUCP alguien más lo hará.

Esto me recuerda a lo que paso en el Banco Mundial cuando entro Paul Wolfowitz a la presidencia. Como saben, Paul Wolfowitz fue secretario de Defensa durante el gobierno del impopular Bush. Cuando asumió la presidencia del BM, mucha gente pensó que el Banco se volvería una institución al servicio de los conservadores de la Casa Blanca y que habría una retroceso en términos de la agenda más progresista que el Banco había asumido durante los 10 años de Wolfenshon. Obviamente, no paso nada, porque una institución tan grande como el BM no cambia de la noche a la mañana debido a las naturales resistencias institucionales y una cultura propia que es más fuerte que los deseos de la cabeza de turno. La burocracia del Banco siguió moviéndose a su propio ritmo y los prestamos e investigación que el Banco desarrollo durante ese periodo no cambio en lo mas mínimo. Los temas siguieron siendo sustancialmente los mismos, salvo alguna que otra nueva iniciativa, que es lo común en el Banco. Finalmente, la misma burocracia se las arreglo para terminar forzando la salida de Wolfowitz.

Tengo la impresión que una institución como la PUCP algo similar sucedería. Obviamente en un escenario de control bajo Cipriani es de esperar que este quiera imprimirle su dinámica a la universidad, pero calculo que resistencias institucionales ahogaran cualquier intentona conservadora.

Ahora, obviamente que los incentivos son exagerar la historia para ganar apoyo a la causa, lo cual es fácil cuando en la otra esquina esta un personaje tan impopular como Cipriani. Pero no exageremos tanto tampoco. Aun así se diese el escenario más apocalíptico que plantean algunos, dudo mucho que la suerte de la PUCP deba importarle mucho al ciudadano de a pie, como sugiere Tony Zapata. Creo que hay batallas más importantes por pelear que un litigio entre una universidad privada y un sector de la Iglesia sobre asuntos testamentales.

Salvo mejor parecer.

ACTUALIZACION

Mas citas fatalistas:

Cual espesa nube volcánica del Eyjafjallajökull, la sombra del arzobispado se cierne sobre la autonomía de la Pontificia Universidad Católica del Perú…

Este es el legado que convierte a la PUCP en una presa irresistible para la ideología autoritaria y oscurantista del Opus Dei. No es que la universidad haya formado únicamente profesionales cercanos a la izquierda, que los hay y de los más destacados. También han salido de sus aulas derechistas del más alto nivel. Es precisamente esa pluralidad la que resulta inadmisible para una mentalidad que, tal como puede verse en la Universidad de Piura, execra esa dinámica convivencia de ideas opuestas, que se enriquecen de una tensión fecunda y contradictoria. No son (solo) cosas de abogados

“La sentencia del TC no tiene ningún valor jurídico cuando se pronuncia sobre materias que exceden su competencia. Pero es útil a la campaña propagandística que ha montado el Opus Dei contra la PUCP, a través de los voceros fujimoristas. Basta ver la algarada desplegada por Correo, Expreso y La Razón para constatarlo. Los mismos enemigos de la CVR y encubridores de las violaciones de los derechos humanos (esa cojudez que tanto incomoda a monseñor Cipriani) vuelven a aparecer juntos.” Los de siempre, en lo de siempre

El artículo aparecido en la Republica es de antología.

“El pensamiento crítico y la tolerancia a la diferencia, valores democráticos que han caracterizado por décadas la formación en esta universidad, podrían verse acorralados por la visión conservadora y e intolerante del cardenal Cipriani…

De cualquier forma, lo que está en juego es la suerte de uno de los escasos focos de pensamiento crítico del Perú, ese que en los noventa, mientras San Marcos y otras universidades mostraban fuertes sesgos ideológicos, mantuvo su neutralidad académica y se opuso democráticamente a los gestos autoritarios del gobierno de Alberto Fujimori.”

En especial esta parte linda con la estupidez:

“Una clase con el cardenal Juan Luis Cipriani como profesor podría estar signada por el silencio sepulcral. Los brazos cruzados y la mirada en el vacío, sus discípulos sometidos a una seguidilla de sermones político-religiosos sobre el desenfreno del mundo contemporáneo y las fuerzas del mal que empujan a todo convicto defensor de los derechos humanos. “Lo primero que haríamos al entrar al aula sería una ‘reflexión matutina’, un espacio para comentar las razones para oponerse a los matrimonios homosexuales, los medios de comunicación azuzadores y las píldoras del día siguiente”, imagina Renato Constantino, estudiante de Derecho y presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica.

Si alguien alzara la mano para mostrarse disconforme con alguno de los dogmas ventilados, su pretensión rebotaría en las cuatro paredes del salón. Así lo sospecha Renato: “Cipriani evitaría discutir con frases como ‘Es una revelación divina’, ‘El Señor lo ha querido así’ o ‘Esto excede tu entendimiento’”. La bibliografía escrita por el cardenal docente en la pizarra tendría una serie de omisiones. Tratados socialistas de Karl Marx, perturbadoras novelas existencialistas de Jean Paul Sartre y manifiestos católicos alternativos de Gustavo Gutiérrez, formarían parte de una lista negra de obras cuya lectura se buscaría desincentivar. Esto no se buscaría ejecutar a través de prohibiciones expresas, algo escandaloso en tiempos liberales, sino a partir de sutiles hostigamientos en clase dirigidos a aquellos que pecan de excesiva curiosidad intelectual, como ocurre en los centros educativos conservadores.” La intolerancia se asoma en la PUCP

Siempre he criticado la caricaturización del oponente en cualquier discusión y esta parte del articulo es simplemente un monumento a la caricatura. Qué forma más sesgada la de la periodista que escribió la nota. Si esta egreso de la Católica, habla muy mal de su escuela de periodismo.

Conclusion: parece ser que la intolerancia no es patrimonio exclusivo de Cipriani.