viernes, 17 de octubre de 2008

Geografía y teoría económica: A propósito del premio nobel en economía para Paul Krugman

He deserves it”. Esto fue lo que me respondió Brian Wright, mi profesor de economía del bienestar aplicada en Berkeley, al preguntarle sobre el premio nobel en economía otorgado hace unos días a Paul Krugman. No cabe duda que Krugman es una de las mentes más brillantes de la profesión –prosiguió Brian- para luego contarnos una sabrosa anécdota, muy motivadora para quienes estamos metidos en este hobbie caro e ingrato que le llaman ciencia.

Cuenta Brian que a fines de los 70 su esposa estaba en Yale haciendo un post-doctorado y que un día esta se encontró en la estación de trenes a un joven economista que le contó –algo deprimido- que varias revistas a las que había sometido artículos suyos le habían enviado cartas de rechazo y que la universidad de Yale había decidido no otorgarle una plaza académica. La mujer de Brian se quedó con la imagen de aquel joven apesadumbrado por su mala fortuna. Ese pobre muchacho era ni más ni menos que el mismísimo Paul Krugman! Si Brian pretendía prepararnos para el ingrato mundo de la academia, en donde la tasa de rechazo de un artículo es cercana al 70%, creo que por lo menos esta vez acertó con el ejemplo de Krugman.

Dejando las anécdotas de lado, conviene comentar un poco las ideas por las cuales Krugman ha sido elevado a esa suerte de Olimpo intelectual que es el Nobel. En particular, una de las contribuciones más importantes de Krugman han sido sus trabajos en el campo de la geografía económica. De hecho, Krugman es considerado como uno de los exponentes más importantes de la llamada “Nueva Geografía Económica”. Este enfoque tiene origen en su libro “Geography and Trade”, publicado originalmente en 1991, complementado posteriormente por una serie de artículos y libros, en especial el libro “The Spatial Economy: Cities, Regions and International Trade” (Fujita, Krugman y Venables 1999).

De acuerdo con Krugman, la “Nueva Geografía Económica” basa su programa de investigación en las dos preguntas clásicas de la economía espacial (Moncayo 2001):
• ¿Por qué se concentra la actividad económica en una determinada localización en vez de distribuirse uniformemente por todo el territorio?
• ¿Qué factores determinan los sitios en los que la actividad productiva se aglomera?
A estas interrogantes, Krugman añade la siguiente:
• ¿Cuáles son las condiciones para la sostenibilidad o la alteración de tales situaciones de equilibrio?

En el fondo, las preguntas planteadas por Krugman no expresan otro cosa que la inquietud por entender las desigualdades espaciales características del mundo real. De hecho, como afirman Henderson, Shalizi y Venables (2000), “The most striking factual the economic geography of the world is uneven distribution of activity”. Si ello es así, entonces la pregunta relevante en términos de nuestra discusión puede plantearse como sigue:
Why do these spatial inequality exist, and why are spatial differences in land rents and mages not bid away by firms and individuals in search of low cost or high income locations?” (Herderson, Shalizy y Venables 2000).

Para Krugman, la solución de esta pregunta pasa por entender los factores que explican la concentración espacial. Para ello, este autor ha construido diversos modelos en los que analiza la interacción entre las fuerzas que favorecen la concentración (llamadas “fuerzas centrípetas”) y aquellas que estimulan la desconcentración (conocidas como “fuerzas centrífugas”). Estas pueden verse en el siguiente cuadro:

Según Krugman (1999), las “fuerzas centrípetas” listadas en la primera columna son las tres clásicas fuentes marshallianas de economías externas. Un amplio mercado local crea, por un lado, eslabonamientos hacia atrás (esto es, lugares en mejor acceso a mercados amplios son preferidos para la producción de bienes sujetos a economías de escala) y, por otro, eslabonamientos hacia atrás (un amplio mercado local sirve como base para la producción de bienes intermedias, disminuyendo los costos por la corriente de productores. Asimismo, la concentración industrial sirve como base para un mercado de trabajo denso, especialmente para las destrezas especializadas, debido a que es mucho más fácil para los trabajadores encontrar empleadores y viceversa. Adicionalmente, la concentración local de la actividad económica puede crear economías externas puras a través de las “information spillovers”.

La segunda columna del cuadro contiene las “fuerzas centrífugas”. Los factores inmóviles, como por ejemplo la tierra y los recursos naturales, van en contra de la concentración tanto por el lado de la oferta (alguna producción podría ir donde están los trabajadores), como por el lado de la demanda (factores dispersos crean mercados dispersos, y alguna producción podría tener un incentivo para localizarse cerca de los consumidores). Concentraciones de la actividad económica, incrementan la demanda por tierra local, elevan la renta de la tierra y también desalientan la concentración adicional y las concentraciones de la actividad económica pueden generar deseconomías externas puras como la congestión.

De esta manera, la concentración de la actividad económica es resultado de la tensión, entre las fuerzas centrípetas y centrífugas. Ello determinará la estructura espacial que se moldee en una economía determinada.

Todo lo discutido puede resumirse, siguiendo a Fujita, Krugman y Venables (1999), en dos grandes ideas:
The first idea is that, in a world where increasing returns and transport cost are both important, forward and backward linkages can create a circular logic of agglomeration. That is, other things being the same, producers want to locate close to their suppliers and to their customers –which means that they want to locate close to each other. The second idea is that the immobility of some resources – land certainly, and in many cases labor-acts as a centrifugal force opposes the centripetal force of agglomeration. And the tension between these centrifugal and centripetal forces shapes evolution of the economy’s special structure”.

De esta forma podremos disponer de un menú de opciones a la hora de modelar teóricamente esta problemática menú que surge de las diversas combinaciones entre fuerzas centrípetas y centrífugas. De hecho Krugman ha hecho esto en los diversos trabajos que ha venido publicando desde su trabajo seminal de principios de los noventa.

Esta visión puede ser complementada con el trabajo de Henderson, Shalizi y Venables (2000), quienes resaltan, además de las fuerzas que llevan a la concentración, los resultados de dicho proceso. El cuadro siguiente presenta esta visión.

Si las fuerzas de aglomeración operan primariamente dentro de una industria particular y los factores son móviles, entonces el resultado será la aglomeración de industrias en locaciones especializadas. Las diferencias interlocacionales de los precios de los factores son pequeñas porque cada uno de estos centros solo contienen una pequeña fracción de posibles actividades, y porque muchos factores son móviles (celda superior izquierda del cuadro 2).

En el otro extremo, si los eslabonamientos en un nivel muy amplio y si los factores (especialmente el trabajo) son inmóviles, entonces la aglomeración (cuando esta ocurre), podría estar asociada con desigualdades en los precios de los factores y en los ingresos reales (celda inferior izquierda).

Entre ambos extremos, se encuentra, por un lado, la formación de ciudades y, por el otro, la tensión entre las ventajas comparativas y los clusters industriales. La primera es producto de la combinación de fuerzas de aglomeración amplias conjuntamente con débiles fuerzas de dispersión mientras que la segunda es resultado de la combinación inversa.

La “Nueva Geografía Económica” ha sido criticada por no resolver el viejo problema de la aglomeración originaria. ¿Por qué la especialización y la concentración se producen en una determinada localidad y no en otra? Así, se ha identificado como una falencia de la propuesta teórica de esta escuela el hecho de que no dé cuenta de la pregunta señalada líneas arriba, y que se tenga que apelar a la noción de “accidente de la historia” para salir del apuro. Sin embargo, creo también que en realidad dicha salida es innecesaria. Estos modelos no han sido formulados con el propósito de dar cuenta del problema de la acumulación originaria, por lo cual es epistemológicamente incorrecto sostener dicha crítica. El “accidente de la historia” al que se recurre puede ser fácilmente reemplazado por otros factores explicativos relacionados con elementos propios de la organización política y social sobre la que descansa el sistema económico.

Sin duda, estamos frente a un campo de investigación económica fascinante y de enorme relevancia para un país tan heterogéneo geográficamente como el nuestro. Uno de los que más ha trabajado en esa dirección ha sido el profesor Gonzales de Olarte, aunque un poco mas desde una perspectiva de economía regional. En otro post comentare algunas de las cosas que sobre el tema se ha escrito en el país.

3 comentarios:

Amazilia Alba dijo...

Lei que tambien ultimamente ha escrito sobre los efectos negativos de los TLC, sabes algo sobre que es lo que dice o tienes algun link sobre el?
Saludos

Anónimo dijo...

Me alegro de que le hayan otorgado el Premio Novel a Paul Krugman, porque además de sus aportaciones en la Nueva Geografía Económica, también representa al neokeynesianismo, cuyas recetas y normas conviene reconsiderar debido a las últimas turbolencias financieras a nivel global. Además es un economista interesado por los problemas más recientes considerando sus publicaciones relacionadas con la Nueva Economía.

Anónimo dijo...

Stanislao, Te invito a visitar el siguiente link:
http://19punto85.blogspot.com/2008/10/nobel-affairs-por-qu-paul-krugman-es-el.html

Saludos cordiales. Muy buenos los posts.

JJGC