domingo, 21 de septiembre de 2008

Los chamanes o sobre la actitud pseudocientífica en el Perú

Hace un tiempo atrás, el filósofo argentino Mario Bunge, en una entrevista al Clarín, decía lo siguiente:
“Brujos y chamanes los hay en todas partes: en el comercio, en la universidad. Pero, desde luego, prosperan más en el Tercer Mundo que en el Primero.” Bunge se refería a la predilección que existe en algunos países de la región por el cultivo de posturas pseudocientíficas e irracionales como “…alquimia, astrología, caracterología, comunismo científico, creacionismo científico (recientemente rebautizado como "diseño inteligente"), grafología, memética, ovnilogía, parapsicología, psicoanálisis.” De ahí que no sea casualidad que en el Perú un psicoanalista como Bruce goce de tanto prestigio e inclusive la haga de analista político. A ello, yo le añadiría también a aquellos analistas que, a pesar de haber sido entrenados en una disciplina científica como la economía, adoptan una actitud pseudocientífica a la hora de elaborar proposiciones respecto a un aspecto relevante de la realidad social. A estos analistas podemos llamarlos, siguiendo a Bunge, chamanes.

¿Cómo identificar a un chaman? Podemos aplicar los mismos criterios que Bunge nos sugiere para identificar una pseudociencia, pero aplicados a la actitud académica del analista mas que a un campo de conocimiento en particular. Aquí va la lista sugerida:
“1. Invoca entes inmateriales o sobrenaturales inaccesibles al examen empírico, tales como fuerza vital, alma inmaterial, superyó, creación divina, memoria colectiva y necesidad histórica.

2. Es crédula: no somete sus especulaciones a prueba alguna. Por ejemplo, no hay laboratorios homeopáticos ni psicoanalíticos. Corrección: en la Universidad de Duke funcionó el laboratorio parapsicológico del botánico J. B. Rhine; y en la de París existió el laboratorio homeopático del Dr. Benveniste. Pero ambos fueron clausurados cuando se descubrió que habían cometido fraudes.

3. Es dogmática: no cambia sus principios cuando fallan ni como resultado de nuevos hallazgos. No busca novedades, sino que queda atada a un cuerpo de creencias. Cuando cambia lo hace sólo en detalles y como resultado de disensiones en la grey.

4. Rechaza la crítica, matayuyos normal en la actividad científica, alegando que está motivada por dogmatismo o por resistencia psicológica. Recurre pues al argumento ad hominem en lugar del argumento honesto.

5. No encuentra ni utiliza leyes generales. Los científicos, en cambio, buscan leyes generales.

6. Sus principios son incompatibles con algunos de los principios más seguros de la ciencia. Por ejemplo, la telequinesia contradice el principio de conservación de la energía. Y el concepto de memoria colectiva contradice la perogrullada de que sólo un cerebro individual puede recordar.

7. No interactúa con ninguna ciencia propiamente dicha. En particular, ni psicoanalistas ni parapsicólogos tienen trato con la neurociencia. A primera vista, la astrología es la excepción, ya que emplea datos astronómicos para confeccionar horóscopos. Pero toma sin dar nada a cambio. Las ciencias en sí forman un sistema de componentes interdependientes.

8. Es fácil: no requiere un largo aprendizaje. El motivo es que no se funda sobre un cuerpo de conocimientos auténticos. Por ejemplo, quien pretenda investigar los mecanismos neurales del olvido o del placer tendrá que empezar por estudiar neurobiología y psicología, dedicando varios años a trabajos de laboratorio. En cambio, cualquiera puede recitar el dogma de que el olvido es efecto de la represión, o de que la búsqueda del placer obedece al "principio del placer". Buscar conocimiento nuevo no es lo mismo que repetir o siquiera inventar fórmulas huecas.”

No es muy difícil encontrar chamanes en el Perú. Junto a un grupo reducido de analistas muy capaces, co-existe una amplia de variedad de analistas poco serios y con actitud pseudocientífica. El gran problema con estos analistas es que desacreditan la profesión y contribuyen a generar corrientes de opinión que no están basadas en el uso de evidencia científica. Son, por tanto, problema serio y no estaría mal empezar una campaña parecida a la de “adopta tu congresista”. Podríamos llamarla “adopta a tu chaman”. Podríamos empezar con analista de la República que cree que esta “demostrado” que el modelo neoliberal ha llevado a un incremento de la desigualdad en el Perú sin tener data concluyente al respecto.

5 comentarios:

Roberto dijo...

Stani: Lee a Feyerabend. Te cura el espanto y el alma. O el alma espantada. O el espanto de alma. LO que sea. El estudio que hace del caso Galileo es muy bueno (donde demuestra que el dogmático e irracional fue justamente Galileo y no la Iglesia de su tiempo, y justamente de eso se trata el desarrollo de la ciencia), recontra armado y demuestra que en realidad, en la ciencia, todo vale. Que no hay actividad más dogmática y más conservadora que la ciencia, que no existe tal cosa llamada metodo científico y que los abogados de la ciencia deben dejarse de pretensiones de cualquier tipo.

Te paso el último capítulo de su Against Method:

http://www.marxists.org/reference/subject/philosophy/works/ge/feyerabe.htm

Frente a la historia de la ciencia y los diversos trucos y trampas que fueron necesarias para su avanc, Bunge termina siendo un aduanero del conocimiento.


Saludos :)

Stanislao dijo...

Hola Roberto:

Lei a Feyerabend cuando estaba en la universidad y estaba mas interesado en la epistomologia. Formo parte de mis lecturas junto con Popper, Kuhn, Lakatos, Watkins, Cartwright, Laudan, Hull, Nagel, Hempel y otros mas. Sucede simplemente que no me parece que su epistomologia sea util. Igual que en cualquier ciencia, una epistemologia debe ser considerada util en la medida que permita describir de mejor manera el progreso cientifico. El que describa mejor algunos casos particulares no es argumento a favor de su validez, sino estariamos ante un version del problema de la induccion. Creo que uno puede apelar a Feyerabend siempre que quiera darle justificacion a las pseudociencias debido a su relativismo excesivo. No es casualidad que sean precisamente los marxistas, que salen usualmente mal parados cuando son evaluados bajo las opticas popperianas y lakatosonianas, los que apelen a Feyerabend.

Encuentro comprensible tambien que que desde las ciencias sociales debiles, como la sociologia por ejemplo, se encuentre tan atractivo a Feyerabend. Lo cierto es que el progreso epistemologico ha sido mas fructifero bajos los paradigmas de Popper y Lakatos. Por ejemplo, en economia hay aplicaciones de la epistemologia de Popper y Lakatos, pero no conozco mucho de aplicaciones desde la optica de Feyerabend. Supongo que en ciencias como la fisica la situacion debe ser aun peor. Como sea, Feyerabend es interesante para hacernos notar nuestras limitaciones a la hora de evaluar nuestras teorias, pero poco util a la hora de hacer una evaluacion epistemologica.

Por cierto, Feyerabend enseno aqui en Berkeley hasta antes de morir. A pesar de que Berkeley es muy abierto a enfoques pocos racionales como el feminismo, la izquierda radical y el posmodernismo, lo cierto es que en el departamento de filosofia no he notado una tradicion basada en Feyerabend como si existe en la London School of Economics con Popper y Lakatos. A mi eso me parece una senal de que la impronta de Feyerabend no es tan fuerte como la de los enfoques de Popper y Lakatos.

Saludos,

Roberto dijo...

Medir "una" epistemología (como si hubiera un mercado de las mismas) por su "utilidad". ¿Costo/Beneficio de las argumentaciones racionales? Uhm, interesante.

Es decir, concedes el hecho que:

1. Hay varias epistemologías, varias posturas epistemológicas, independientes las unas de las otras y no como parte de una tradición o línea de debate racional sobre un problema filosófico específico. Es más, casi niegas que exista un problema específico dentro de la epistemología, sino que hay varias, casi al gusto de cada uno. Eso, creo, es relativismo.

2. Habiendo un abanico de epistemologías, la elección (digamos que eliges una) no se da en términos de el argumento racional, sino en función de la posterior utilidad. Es decir, lo que interesa no es el debate argumental o las formas de abordar un problema, sino la aplicación de "tal o cual" epistemología. De nuevo, eso es relativismo.

(Si esa no fue tu intención, mejora tu argumento).

Decir, entonces, que "determinada" epistemología tiene su validez, no en su argumento lógico, sino en su utilidad y éxito en determinadas universidades, justamente es el argumento central de Fereyabend, que es que determinadas líneas, posturas, teorías, etc., terminan teniendo éxito, no por la evidencia empírica con la que vendría acompañada, sino, al contrario, por el éxito que tiene. El caso Galileo es para detenerse fuertemente. ¿Avanzó la ciencia, el desarrollo científico, con sus posturas? Sí, se puede ver en la historia de la ciencia. ¿Hubo trampa en sus experimentos? ¿Necedad? También. Es decir, la historia de la ciencia no es una historia lineal, limpia, pura, sino más bien está llena de esos casos. Es recontra interesante, por donde lo mires. Y refrescante, como te dije, para dejar de lado las pretensiones fatalistas.

Yo estoy de acuerdo con lo que tú dices sobre cómo el marxismo (en realidad, no el marxismo, sino el materialismo dialéctico, que parecen pero no son la misma cosa) es criticado profundamente por Popper, en su Miseria del Historicismo y también en sus Conjeturas/Refutaciones. Son libros que se deben leer, sobre todo cuando se cree que el marxismo es la línea que lo explica y lo predice todo. Siempre hay chamanes que pervierten una teoría social y la convierten en religión y/o ideología. Por supuesto, algo muy parecido ocurre en otras prácticas.

Y sí, lo de Bunge termina siendo una suerte de good feeling, un wishful thinking, simpaticón, pero que no se sostiene, oh ironía, empíricamente.

Yo prefiero ver a la epistemología como una disciplina en sí misma, dentro de un campo mayor de debates, argumentos y contra-argumentos, en la filosofía occidental. Donde existen conexiones, justamente, entre lo que argumenta uno y contra-argumenta el otro (no por gusto, Against Method fue pensado como un conjunto de cartas de ida y vuelta entre Fereyabend y Lakatos, interrumpido casi desde el inicio por la muerte del segundo). Que Against Method sea una radicalización de los planteamientos de Kuhn, y que en cierto modo Popper se ubique dentro del debate, te habla de una tradición de discusiones y no una suerte de mercado con paradigmas compitiendo.

En fin.

Nada de esto niega tu argumento final (con el que estoy de acuerdo), sobre la responsabilidad y rigurosidad del columnista y la necesidad de apoyarse en evidencia empírica, siempre que la haya (claro, la definición de la misma, qué es evidencia empírica, podría luego someterse a debate).

Stanislao dijo...

Roberto:

El tema amerita un post. Sin embargo, creo que hay una confusion en tu argumento. Para muchos epistemologos -como por ejemplo Lakatos- la epistemologia debe ser "validada" por su capacidad de reconstruir racionalmente la historia de la ciencia. Es decir, la epistemologia no solamente es un conjunto de reglas que orientan a los cientificos sobre como proceder en su practica, sino que estas reglas deben ser evaluadas en su capacidad de permitir una "mejor ciencia". Entonces, no hay nada de relativismo en mi argumento. Lakatos solia decir que la validez de sus teorias dependeran crucialmente de la capacidad de estas de describir mejor el proceso cientifico en relacion a otras teorias epistemologicas alternativas. Recomiendo revisar el ensayo "Historia de la Ciencia y sus Reconstrucciones Racionales".

En ese sentido, no hay contradiccion entre utilidad y racionalidad, por lo menos no desde una perspectiva lakatasoniana. Del mismo modo que existe competencia entre varias teorias para explicar un hecho determinado, existen varias epistemologias con prescripciones distintas respecto a como deben proceder los cientificos. En algunas ocasiones algunas seran mas potentes que otras a la hora de explicar casos concretos en la historia de la ciencia o a la hora de juzgar el progreso cientifico de una area del conocimiento determinada. De ahi que haya gente que hable de filosofia cientifica, porque precisamente se trata de filosofia que procede del mismo modo que lo hace una ciencia cualquiera.

En lo personal creo que Feyerabend tiene una epistemologia que nos ayuda a prevenir errores tipo I (rechazar la validez de una proposicion o teoria cientifica siendo esta cierta). Algo asi como, tengamos cuidado con que nuestra epistemologia nos haga tomar por falsas teorias que si son cientificas. Pero convengamos que eso suele ser un problema que afecta mas a las ciencias debiles. Si una proposicion cientifica tiene evidencia no controversial que demuestre su validez, ello deberia ser asi cualquiera sea la epistemologia detras. Si esto no es asi, el resultado entonces dependera de la epistemologia detras. Como en todo, siempre hay grises y reconocer ello no me parece ser relativista.

Siempre es mejor tener una epistemologia exigente, que nos rete como cientificos ha fundamentar la validez de nuestras proposiciones en forma rigurosa. Es por eso que estimo que el relativismo epistemologico no es muy util en esa direccion.

Saludos,

Roberto dijo...

Stanislao:

Ya veo por dónde parte el problema. Porque mientras tú defines a la epistemología como "no solamente es un conjunto de reglas que orientan a los cientificos sobre como proceder en su practica, sino que estas reglas deben ser evaluadas en su capacidad de permitir una "mejor ciencia", yo la defino como una rama de la filosofía preocupada del conocimiento como problema. Evidentemente, de esta discusión al interior de la epistemología salen cuestiones que definen luego diferentes metodologías, métodos científicos, posturas sobre la ciencia, etc. Pero de modo alguno la epistemología es un recetario de métodos. Es, en principio, una argumentación filosófica de un campo específico.

De allí que tú entiendas que existen varias epistemologías en competencia y yo que solamente una con varias posturas argumentativas en tensión.

Ya, a lo que planteas. Creo que los debates sobre si las ciencias "débiles" contrastan sus teorías y las someten a un escrutinio mayor y a la posibilidad de "falsear" sus postulados, ya es un poco viejo. Tengo la impresión, sobre todo en la sociología, que hay una mayor rigurosidad en la evidencia empírica, en el planteamiento de hipótesis (e hipótesis cero), de observar hasta qué punto supuestos dados vienen de la simple retórica teórica (valga el juego de palabras) y no de un registro de información. Y eso se puede ver en la sociología, la antropología y la arqueología. La historia es un campo algo distinto, que juega con otras variables, otras situaciones, incluso otra forma de escribir, de presentar la evidencia. La historia casi no teoriza y es presentada, incluso por los propios historiadores, como una disciplina positivista: Exposición de datos y evidencia dentro de un relato histórico mayor. Eso puede dar para otro tema, y regresemos al punto.

La crítica creo que va hacia aquellas personas que juegan con otros lenguajes y medios para hacer llegar ideas determinadas. "La desigualdad está aumentando gracias a las reformas liberales", por ejemplo. Claro, como titular está bien. "Hay una alianza entre el fujimorismo y el APRA". Eso suena bien también como titular. En ambos casos, la evidencia empírica te dice o que falta recoger más data para tal afirmación o que tienes elementos que refutan tal aseveración (por ejemplo, el papel del fujimorismo en el Congreso al momento de la discusión del decreto 1015, decreto fundamental para el aprismo, pero que encontró una férrea resistecnia en la bancada fujimorista). En fin, creo que estamos en otro campo, el de las relaciones entre la divulgación política de ideas (y aquí quitemos cualquier valoración, si es bueno o malo que exista tal divulgación) y la generación de conocimiento científico, con base a evidencia empírica, trabajo de campo, registro, elaboración de hipótesis, contrastación, etc.

Esa relación en el Perú ha sido tirante por muchas razones, a mi entender y se puede también cuestionar, entre ellas la pobreza de los centros de investigación. Recursos exiguos, magros, programas de investigación que dependen de financiamiento externo (cuando hay). Y también deterioro de los medios de comunicación, que al momento de buscar expertos en tal o cual tema, no buscan al experto que heroicamente está investigando, sino a tal o cual fulano. Eso ocurrió, justamente, en el debate sobre la 1015, donde prefirieron llamar a Ossio y no a antropólogos e historiadores que vienen trabajando continuamente en la región. No estamos hablando ni siquiera de adscripción a una corriente teórica, sino de personas rigurosas y con evidencia empírica en la mano. Es decir, diversos factores colaboran con la generación y producción de lo que bien llamas "chamanes" (de toda bandera habría que decir, además).

Saludos :)