miércoles, 30 de septiembre de 2009

Curso de Econometría Espacial con Anil Bera en la Universidad de San Andrés

Anil Bera, profesor de Econometría de la Universidad de Illinois-Urbana Champaign, estará dictando un curso de econometría espacial en el campus de la Universidad de San Andrés en Victoria, Buenos Aires este 5 de octubre. Todos los detalles en este link:

http://www.udesa.edu.ar/Unidades-Academicas/departamentos-y-escuelas/Economia/Eventos?SMMK=1355.46437431713w.Iumi3I4PlG&eid=2463

sábado, 26 de septiembre de 2009

Los efectos de la mita colonial sobre el desarrollo de largo plazo (II)


La información recogida mediante la Numeración General de 1683-1684 fue de muy desigual calidad, en gran medida por que las instrucciones de La Palata fueron extremadamente detalladas y complejas. No obstante ello, dicha información ha sido utilizada por Brian Evans para reconstruir parcialmente la estructura poblacional del Alto Perú, lo cual me servirá para ilustrar mi punto. Como se observa en el cuadro, en las provincias del Altiplano –afectadas por la mita- se observa una caída dramática en relación a la población existente en 1578 durante la visita de Toledo, salvo en el caso de Porco, la cual de acuerdo con Evans, estuvo en su mayor parte exenta de la mita. En el caso de las provincias de la zona de yunga, excluidas de la mita, se observa por el contrario un incremento sustancial. Ello sugiere que el principal mecanismo detrás de este cambio en la estructura poblacional seria la migración interna, la cual estuvo básicamente motivada por el deseo de escapar de la mita. En palabras de Evans, “…the cause of migration was basically the unequal and uneven burdens of tribute and mita, burdens inequitable both regionally and demographically. Originally the whole purpose of the reducciones or resettlement of Indians into nucleated villages undertaken by Toledo had been to facilitate their exploitation and their Christianization. Now, in fleeing mita, Indians also fled the villages. In consequence, in the immigrant provinces, a very different and dispersed pattern of settlement emerged".

Debería quedar claro con estos datos que es difícil sostener el supuesto de Dell sobre la relativa inmovilidad de la población indígena. Ahora, como mencione líneas arriba, esto no significa que la autora no haya estado al tanto de estos efectos, si no mas bien que los minimiza apelando a cierta evidencia histórica. En particular, nos brinda los siguientes argumentos:

“Individuals could attempt to escape mita service by fleeing their communities, and a number pursued this strategy (Wightman, 1993). Yet fleeing had costs - giving up access to land, community, and family; facing severe punishment if caught; and either paying additional taxes in the destination location as a 'foreigner' (forastero) or attaching oneself to an hacienda.” (Pie de pagina 3).

“Historical migration over the past 130 years also appears to have been low. Data from the 1876, 1940, and 1993 population censuses show a (quite high) district level population correlation of 0.87 between 1940 and 1993 for both mita and non-mita districts. Similarly, the population correlation between 1876 and 1940 is 0.80 in mita districts and 0.85 in non-mita districts. While a constant aggregate population distribution does not preclude extensive sorting, this is unlikely given the relatively closed nature of indigenous communities and the stable linkages between haciendas and their attached peasantry (Morner, 1978). The limited migration that has occurred since independence appears to have been primarily directed towards Lima (Stein, 1980, p. 62).” (Página 14)

Ahora, el que la mita haya ocasionado migración hacia las zonas no afectadas por la misma siendo importante no es lo fundamental. Más importantes son los efectos de las reformas de De la Palata sobre las provincias afectadas por la mita y sus vecinas, las cuales –como mencione líneas arriba- funcionan como contrafactuales de las primeras. La intención del virrey era abolir la excepción de la mita en las provincias afectadas que gozaban los yanaconas y los llamados “forasteros” para hacerlos contribuir al sistema, ya sea forzándolos a volver a su lugar de origen o obligándolos a tributar en las nuevas zonas en las que se habían ubicado. Esto significaba en la práctica eliminar la excepción de la que gozaban las provincias vecinas a las 16 provincias tratadas (los controles del paper de Dell). Como era de esperarse, tan pronto como los forasteros localizados en las provincias exentas de la mita tomaron nota de que serian forzados a contribuir a la mita, estos empezaron a abandonarlas siendo seguidos por los habitantes de dichas zonas que ahora serian sometidos a los rigores del trabajo en las minas de Potosí y Huancavelica. De acuerdo con Cole, una significativa proporción de indígenas se movilizo hacia los límites del virreinato (en particular al sudeste), para ponerse fuera del alcance de los españoles. En palabras de Cole:

“While the Potosi mita during its first century had caused the Indians to migrate out of the sixteen obligated provinces and into the fourteen exempted corregimientos, Palata's new repartimiento sent them fleeing from the colonized zone altogether.”

De acuerdo con Cole, los efectos de las reformas de De la Palata sobre las provincias anteriormente exentas de la mita fue significativo:

“The Palatan reforms had great effect within the sixteen historically obligated mita provinces, but they were even more devastating in the newly incorporated corregimientos and pueblos. In Larecaja, Tomina, Pilaya y Paspaya, Misque, Sicasica, Tarija, and parts of Cochabamba, the conquest of Peru' was still ongoing in 1689. Settlements of colonists and recently attracted Indians were located within a few leagues of the unconquered "infidels" and were therefore inhabited entirely by forasteros from other colonized areas as well as Indians who had been coaxed from the other side of the frontier-often only with the promise that they would never have to serve under the mita.”

Es interesante notar que dicho efecto operó fundamentalmente sobre la institucionalidad indígena. Con el arreglo anterior, los curacas cumplían un rol importante en términos de garantizar el cumplimiento de las obligaciones asociadas a la mita esencialmente porque el virrey Toledo diseño el esquema original de la misma apelando a la estructura comunal de los indígenas. No era raro que la organización comunal se repartiera la carga de la mita mediante la contribución de mujeres, ancianos, forasteros y yanaconas para el pago de la mita en plata. Las reformas de De la Palata trataron de hacer de la contribución a la mita un asunto individual de cada hombre entre 18 y 50 años de las 16 provincias afectadas, incluyendo a los forasteros y los yanaconas. En ese intento, la capacidad de control que ejercían los curacas sobre sus comunidades se vio seriamente afectada, y con ello se debilito la estructura comunal de las provincias exentas de la mita. Cito otra vez a Cole al respecto:

“The kurakas had been the key to the community-based mita and tribute regimens of the past, but they could not play that role within the new individual-based systems. Many of the originarios listed on the rosters were unknown, absent, or dead. Most of the newly incorporated forasteros and yanaconas had worked on ranches and farms, in convents, or in other activities that were outside the kurakas' traditional bailiwicks and hence outside their spheres of influence. When those Indians chose to flee, the kurakas could do little to hold them. Furthermore, the women and old men who had contributed in the past now refused to do so, and the enterprises that the kurakas previously had run to raise some of the money for tribute and mita quotas suffered from the same flight of laborers as did the ranches. The kurakas therefore were unable to comply with the new obligations by using either the prescribed or the traditional methods. The mandated methods were illogically linked to an obsolete and ill-done census, and the traditional methods were outlawed. Faced with these overwhelming problems, some of the kurakas fled with the other departing Indians. Others tried to resign their posts, but more often than not, they found themselves jailed by their corregidores.”

Creo que esto basta para ilustrar el argumento. Ahora, ¿cómo esto afecta la estrategia de identificación del paper de Dell? Me parece claro que esto afecta críticamente los supuestos de identificación necesarios para las regresiones discontinuas utilizadas por la autora. La razón es simple: las zonas utilizadas como controles fueron también afectadas por el tratamiento debido a las reformas de la De la Palata, por lo que estas dejan de ser un contrafactual valido en el análisis econométrico. Lo que estaría capturando el paper de Dell es una suerte de efectos heterogéneos del tratamiento debido a una exposición temporal diferente al mismo. Las 16 provincias originales fueron afectadas por 100 años más que las provincias originalmente exentas. Ahora, es cierto también que las reformas de De la Palata fueron suspendidas por el virrey que lo reemplazo debido al fracaso de las mismas, pero es de esperar que ello no signifique que sus efectos hayan sido revertidos de inmediato. Esto es un asunto que amerita mayor estudio, pero el argumento basta para hacer notar que el paper de Dell no estaría identificando el efecto de la mita, sino más bien el efecto de una exposición diferenciada a la misma. La identificación de los efectos de largo plazo de la mita necesita un contrafactual distinto. Ello podría explicar porque el grafico para la discontinuidad del consumo equivalente (panel superior izquierdo de la Figura 3) no es tan transparente como se esperaría.

De todas formas, el paper es un ejercicio interesante y están dando que hablar (de hecho, ya está en los syllabus de desarrollo económico de varios programas de doctorado). Muy meritorio el trabajo de Dell, sobre todo por el esfuerzo que debe implicar escribir sobre un tema histórico basando en fuentes del siglo XVI en un país extraño. Los peruanos siempre supimos de la mita pero a nadie se le ocurrió hacer un paper como este. Ya lo veremos publicado pronto en Econometrica.

ACTUALIZACION

En un párrafo añadido a una nueva versión del paper, la autora reconoce el efecto de la mita sobre la migración interna:

On the other hand, 17th century population data - available for 15 mita districts and 14 non-mita districts - provides evidence consistent with the hypothesis that individuals migrated disproportionately from mita to non-mita districts while the mita was in force. To the extent that flight was selective and intelligence or other characteristics are heritable enough to persist over several hundred years, differential historical migration could contribute to the estimated mita effect.(Pagina 19, ultima version disponible a la fecha).

La autora tiene razón al indicar que los resultados de forma reducida no se ven afectados por esta migración si es que estamos dispuestos a incluir en el efecto de la mita el hecho que ocasiona que individuos más hábiles o productivos abandonen el área tratada. Sin embargo, este argumento no basta para el caso de las reformas del Duque de la Palata.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Los efectos de la mita colonial sobre el desarrollo de largo plazo (I)

Hace un tiempo, leí el paper de Melissa Dell, “The persistent effects of Peru’s mining Mita”. Sin duda, un trabajo muy interesante que, curiosamente, ha pasado desapercibido en la academia peruana. En este post voy a hacer algunos comentarios al paper y a sugerir algunas críticas que me parece afectan la estrategia de identificación de la autora.

La idea básica del paper es evaluar los efectos de largo plazo de la mita colonial. Como es sabido, la mita fue un esquema de trabajo forzado establecido en el siglo XVI por el virrey Toledo con el objetivo de proveer un séptimo de la población masculina de 16 provincias del sur del Perú a las minas de Potosí y Huancavelica. La autora aprovecha la discontinuidad inducida por la regla de asignación de la Mita para estimar el efecto causal de la misma sobre una serie de variables de resultado como el consumo para luego evaluar los posibles canales que explican los resultados encontrados.

La estrategia de identificación econométrica se basa en la siguiente idea: la regla establecida por el Virrey Toledo especificaba que un séptimo de la población masculina de las 16 provincias seleccionadas (o, “tratadas” para usar los términos de la literatura) debería ser enviada a las minas de Potosi y Huancavelica. Este tipo de regla sugiere que es posible utilizar a las provincias vecinas a las 16 provincias tratadas como el contrafactual; esto es, para describir como hubiese sido la performance de las provincias tratadas en caso no hubieran sido tratadas, puesto que las características socio-demográficas de la población ubicada en las zonas cercanas a los límites fronterizos entre las provincias tratadas y las vecinas no deben ser muy distintas. Así por ejemplo, la población de la provincia tratada A que vive cerca al borde de la frontera con la provincia no tratada B debe tener características similares a la población de la provincia no tratada B que vive cerca a la frontera de la provincia tratada A. Por esa razón, es posible utilizar a la población que vive cerca a los límites fronterizos de la provincia no tratada B como contrafactual de la población de la provincia tratada A que vive también cerca a la frontera. Esto es lo que precisamente hace Dell utilizando herramientas de sistemas de información geográfica (GIS) en un marco de una regresión discontinua.

En primer lugar, la autora descarta la existencia de diferencias entre las provincias tratadas y los controles antes del tratamiento usando los datos recolectados por el Virrey Toledo en 1573. Luego, establece que en las zonas que fueron afectadas por la Mita el nivel de consumo equivalente a nivel de los hogares es un 32% más bajo que el nivel de consumo observado en los distritos del grupo de control en el 2001. Luego de establecer este hecho, estudia los potenciales mecanismos causales que explicarían estos resultados, utilizando para ello información recolectada de fuentes coloniales y de la república. Entre los principales mecanismos estudiados, la autora sugiere que en las zonas en donde se estableció la mita el gobierno colonial restringió la formación de haciendas, promoviéndose por el contrario un sistema de tenencia comunal de la tierra, en gran medida para evitar la competencia por mano de obra entre la mita y los hacendados. La autora sugiere como hipótesis que la ausencia de haciendas en las zonas afectadas por la mita restringió severamente la provisión de bienes públicos. La idea es que, allí en donde había hacendados, estos eran capaces de influir políticamente por la provisión de bienes públicos como caminos y seguridad para sus derechos de propiedad. En el largo plazo, la autora encuentra que en los distritos afectados por la mita están menos integrados a las redes de caminos, cuentan con menores niveles de educación y los habitantes de las zonas afectadas tienen más probabilidades de ser agricultores de subsistencia.

El paper es un muy buen ejemplo de esa mezcla interesante entre trabajo econométrico e histórico que caracteriza a una parte de la nueva literatura sobre economía política. Altamente recomendable para los estudiantes interesados en estos temas desde una perspectiva empírica, sobre todo por el cuidado econométrico y el proceso de recolección de información de fuentes del siglo XVI y XIX. Sin embargo, existe evidencia histórica en contra de algunos de los supuestos claves de la estrategia de identificación que obligan a ser cuidadosos con la lectura de los resultados. En particular, un supuesto clave de la autora es que no existe selección entre los límites de los distritos tratados y los de control. Esto es, si luego de la instauración de la mita se observase que un grupo de habitantes de las zonas afectadas deciden moverse a zonas no afectadas, entonces tendríamos razón para pensar que aquellos que deciden moverse tienen características no observables que los hacen distintos a los que no, generando problemas con la interpretación de los resultados y poniendo dudas sobre la validez de la condición de ortogonalidad entre el tratamiento y los resultados potenciales que es requerida para la validez de la estrategia de identificación de efectos causales basada en regresiones discontinuas. Dell argumenta que, si bien existe cierta evidencia histórica en contra de este supuesto, los costos asociados a abandonar las zonas afectadas por la mita eran muy altos (dejar la tierra, la familia y la comunidad; ser perseguido y sometido a severos castigos en caso ser encontrado, pago de impuestos adicionales en los distritos no afectados por la mita, etc), lo cual habría limitado el uso de este mecanismo de escape de la mita. Tengo la impresión de que Dell subestima la importancia de este mecanismo. Veamos que dice la evidencia histórica al respecto.

Cerca de un siglo después de la instauración de la mita, el número de indios disponibles para ser enviados a las minas de Potosí y Huancavelica había declinado sustancialmente. Entre los administradores de la Colonia existía un debate respecto a las razones de esta caída: por un lado, estaban quienes estaban en contra de la mita, los cuales argumentaban que esta había causado una alta tasa de mortalidad en las zonas afectadas y abogaban por su disolución. En el otro lado, estaban quienes sugerían que en realidad la despoblación observada en la zona era producto de una migración masiva de los indios, los cuales habían escapado a las zonas no afectadas por la mita y vivían en ellas en condición de forasteros. Los intereses económicos detrás eran claros: ante la escasez de mano de obra, los hacendados de zonas aledañas se oponían a la mita en tanto esta les restaba fuerza laboral para las labores productivas en sus haciendas mientras que los intereses mineros querían ampliar la zona de afectación de la mita con el objetivo de recuperar los niveles de producción, lo cuales habían venido cayendo paulatinamente ante la escasez de mano de obra india.

Ante esta situación, la Corona reacciona enviando un nuevo virrey, el Duque de la Palata, con el encargo especifico de hacer que las minas de Potosi y Huancevelica recuperen los niveles de producción de antaño y con ello aumentar las rentas del Rey Carlos II. A fin de resolver la disputa respecto a la mita, el Duque de la Palata encarga la implementación de un nuevo censo, conocido ahora como la Numeración General de 1683-1684. La idea era obtener nueva información que permita re-diseñar la mita. El censo tuvo muchos problemas de implementación (descritos en detalle en un artículo de Jeffrey Cole en el Latin American Research Review de 1984 titulado Viceregal Persistence Versus Indian Mobility: The Impact of the Duque de la Palata's Reform Program on Alto Peru, 1681-1692), pero tuvo un efecto importante al hacer notar a los indios que habían escapado de la mita y a aquellos que vivían en las provincias exentas de esta, que uno de los propósitos del nuevo censo era evaluar la extensión de la mita a las zonas previamente no afectadas y a eliminar el requerimiento de que solo los indios anexados a las provincias afectadas y no los forasteros fueran sujetos a contribuir a la misma. De acuerdo con autores como Cole, ello origino un proceso de migración masiva, ya no solo fuera de las provincias afectadas sino también de aquellas que en el marco del paper de Dell funcionan como grupo de control. Así, la estrategia de identificación de la autora se ve seriamente afectada por este hecho historico.

(CONTINUA)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El neoliberalismo según Eduardo Zegarra

Hace unas semanas, por medio de un correo, me enteré de la publicación del libro de Eduardo Zegarra, investigador de GRADE, “Objeciones al modelo neoliberal. Economía y política en el Perú del siglo XXI”. Me llamó la atención el texto del prologo del libro, en particular este párrafo, tomado del blog de Zegarra:

“Pero ¿qué es el modelo neoliberal entonces?. Lo planteo en varios de los artículos, pero en síntesis se puede definir como la predominancia del mercado sin regulación como único y sagrado mecanismo asignador de recursos; un patrón de crecimiento centralista y primario-exportador; el debilitamiento de las organizaciones políticas y del tejido de organizaciones sociales; y las graves limitaciones en la capacidad estatal para proveer a la población de servicios de calidad (educación, salud, seguridad, justicia) y regular eficazmente la actividad económica y el desarrollo territorial del país.”

No he leído el texto de Zegarra, tan solo el prólogo. Sin embargo, la forma en que Zegarra define el neoliberalismo es, por decirlo menos, un poco heterodoxa y confirma la critica que he sostenido repetidamente respecto a cómo al neoliberalismo se le suele achacar todos los males que tiene el Perú. Ahora resulta, si seguimos la definición de Zegarra, que con la aplicación del modelo de libre mercado en el Perú se estableció también un “patrón de crecimiento centralista y primario-exportador”, como si nuestro país hubiese sido descentralizado y con un patrón de crecimiento distinto al basado en la producción de materias primas antes de 1990. Resulta, además, que las organizaciones sociales y políticas eran fuertes antes de los noventa y que el Estado era efectivo en la provisión de bienes públicos, y todo ello se perdió con la aplicación del modelo de libre mercado.

Definir al modelo de libre mercado de ese modo, poniendo en el paquete problemas de desarrollo de larga data del país (problemas que, además, han caracterizado a la sociedad peruana independientemente del modelo de desarrollo específico), es una buena forma de crearse un muñeco de paja al cual pegarle a nuestro antojo. El único problema con ello es que estamos ante una definición tendenciosa y prejuiciosa. Algo que, supongo, los intelectuales serios deberían evitar.

Solidarios y vigilantes (Susana dixit).

lunes, 7 de septiembre de 2009

Sobre ayuda con investigaciones y tesis de pre-grado

Durante las últimas semanas he recibido muchas solicitudes para hacer comentarios a propuestas de investigación y tesis de pre-grado por parte de estudiantes y egresados de economía de varias universidades del país. Quiero agradecer en primer lugar la confianza de todas las personas que me enviaron sus textos y espero que mis comentarios hayan sido útiles. Como es probable que la tendencia siga, solo quiero aprovechar este post para hacer algunas precisiones para que potencialmente estén interesados en enviarme sus textos:

a) Como comprenderán, el tiempo es un bien escaso. Si me envían algo que quieran que comente, es más probable que pueda ser de ayuda si el texto se me envía con anticipación.

b) Es más probable que sea de ayuda si el texto es sobre algún tema de microeconomía aplicada que requiera el uso de bases de datos (en especial encuestas de hogares), en especial en temas relacionados con pobreza, discriminación, desigualdad, evaluación de programas, economía laboral, economía de la salud (en particular desnutrición), economía del desarrollo, economía política y en general métodos microeconométricos aplicados.

c) Estoy más familiarizado con métodos econométricos para datos de sección cruzada y datos de panel que los de series de tiempo, por lo que no creo ser muy útil si el texto se basa en estos últimos.

d) En general, por razones de tiempo y equidad, trato de dar prioridad a la gente de universidades públicas, en especial mi alma mater.

e) Tengo especial interés en temas de ciencia política (mis campos de especialización en el doctorado son desarrollo internacional y economía política), sobre todo si implican el uso de métodos econométricos. Con gusto leeré textos de estudiantes de ciencia política, de pre-grado y post-grado, que vayan en esta dirección.

Algunos comentarios adicionales en función a mi experiencia reciente con solicitudes de ayuda:

a) No es una buena señal enviar un mail pidiendo sugerencias de temas por investigar. Por lo menos hay que darse el trabajo de identificar el nicho de investigación que uno quiere explotar.

b) A pesar de que soy consciente de que en ciertos lugares es difícil el acceso a bibliografía especializada, no me es posible responder a pedidos tipo: “puedes enviarme este listado de papers que necesito para mi bibliografía”. Como comprenderán, el costo de oportunidad es alto por acá y no puedo dedicarle tiempo a ese tipo de solicitudes. Espero comprendan.

c) Es de mucha utilidad si el interesado especifica con exactitud sobre qué aspecto de su diseño de investigación necesita comentarios. Esto es especialmente relevante si los textos son largos.

Para terminar solo quiero decir que me interesa apoyar en lo que pueda a la gente interesada en iniciarse en esto de la investigación, en especial si viene –como fue mi caso- de entornos en donde no existen recursos humanos y materiales para hacerlo. Pero en contrapartida, creo que uno espera ver genuino interés y esfuerzo por hacer un trabajo serio. Si esta última condición existe, encantado en ayudar.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Autobiografías de economistas disidentes: Nicholas Georgescu-Roegen

Ayer publiqué un post sugiriendo evitar la lectura de economistas marginales, pensando especialmente en estudiantes de pre-grado interesados en seguir estudios de post-grado en el exterior. Con este post quiero iniciar una nueva sección en donde colgaré textos autobiográficos sobre economistas que no forman o formaron parte de la corriente principal.

Tengo el hobby de leer las biografías de autores que me llaman la atención porque tengo la impresión que es una buena forma de entender las motivaciones que llevaron a un autor determinado a interesarse por sus temas de estudio y entender un poco el contexto que este enfrentó a la hora de desarrollar su trabajo académico. En lo particular me funcionó durante el pre-grado para desarrollar cierta cultura económica.

Hoy comparto la autobiografía de Nicholas Georgescu-Roegen, uno de los padres de lo que se conoce como la “economía ecológica”. Fue discípulo de Schumpeter durante una estancia en Harvard y luego profesor de la Vanderbilt University , en donde tuvo entre sus alumnos a peruanos como Adolfo Figueroa y Jorge Osorio. De hecho su influencia es notable en los trabajos sobre economía peruana del primero. Un artículo suyo en el Oxford Economic Papers sobre mercados laborales en economías sobrepobladas me fue sumamente útil cuando andaba metido en el tema.

Para mas referencias, ver:

http://homepage.newschool.edu/het//profiles/georgescu.htm

Autobiografia de Nicholas Georgescu-Roegen height="500" width="100%" > value="http://d.scribd.com/ScribdViewer.swf?document_id=19453848&access_key=key-7x5vphkanw1nmbbtkdw&page=1&version=1&viewMode=">

sábado, 5 de septiembre de 2009

San Marcos y los economistas disidentes

La última vez que estuve en Lima di una charla en mi alma mater sobre investigación económica. Una de las cosas que me llamaron la atención es esta suerte de predilección de una parte de los profesores de la facultad de economía de San Marcos por referirse a autores “alternativos” dentro la ciencia económica. Por ejemplo, me enteré que los profesores se juntaban en un taller para discutir un libro de Anwar Shaikh, quien estuvo de visita dando un seminario hace poco.

El asunto es que uno de los “consejos” que sugerí a los estudiantes en mi exposición era no perder el tiempo en literatura marginal dentro de la profesión, que deberían enfocarse en aprender y dominar los enfoques más importantes dentro de lo que se conoce como el “mainstream”. La razón es bastante simple: hay mucho que aprender de la literatura predominante en la academia que enfocarse en autores marginales no tiene un pay-off muy alto, sobre todo si la intención es seguir estudios de postgrado en el exterior. Así, al menos el objetivo sea hacer un doctorado en alguno de estos programas alternativos como el de la New York School for Social Research (rankeada muy bajo entre los departamentos de economía), no tiene mucho sentido gastar energía en ello. Una vez con postgrado en la mano, supongo que uno puede leer lo que le dé la gana, pero antes de ello el costo de oportunidad de leer a los marginales de la profesión es alto.

En lo personal, no conozco la obra de Shaikh y para ser sinceros siento que no me pierdo nada con ello. Diferente sería el caso si es que desconociera los producido por gente como Acemoglu o Persson que están moviendo la frontera en la literatura de economia política, o los trabajos de Duflo y Banerjee quienes hacen lo mismo en la literatura de desarrollo económico, o los de Imbens y Heckman en econometría, y así los trabajos producidos por muchos autores importantes que forman parte del maistream.

Ahora, también es cierto que hay marginales y marginales. Si uno lee a autores marginales que publican en journals como el Review of Radical Political Economics, entonces me parece que mi consejo es válido. Pero hay disidentes que publican en journals de prestigio en la profesión y enseñan en universidades reconocidas, como Roemer, Marglin, Bowles o Bardhan, gente que es critica al mainstream pero que son rigurosos y analíticamente solventes en su producción académica.

Ese fue el sentido de mi comentario aquella vez. Supongo a que a muchos en el auditorio no les gusto, pero era previsible. Y es que hay una tradición muy fuerte en San Marcos, y me parece que en el Perú en general, de enseñar a los estudiantes a desconfiar de la teoría estándar aun cuando estos recién se están familiarizando con ella. Me parece una práctica arriesgada y deshonesta en no pocos casos, pues no es poco común que detrás de aquello estén las limitaciones del profesor para comprender realmente las implicancias de la teoría economica dominante.

Con esto no quiero decir que no tiene valor leer a disidentes. Me parece que es solo es un asunto de énfasis. Si un estudiante interesado en hacer estudios de postgrado en el exterior se dedica a leer a Marglin o Shaikh todo el día, tendría mis dudas sobre si ello es una buena estrategia. Pero si lee a estos autores en su tiempo libre o en la combi mientras anda con su Mas-Colell o su Wooldridge en la biblioteca, supongo que la cosa es distinta.

Solo un consejo, salvo mejor parecer.

¡De vuelta!

Después de más de un mes de ausencia (salvo algún par de rebotes), estoy de vuelta para volver a perder el tiempo en este hobby caro que es tener un blog. Pero bueno, se extraña esto, sobre todo ahora que ya la casa está más ordenada y las cosas con la universidad mejor organizadas. Además, una gripe que contraje en Lima por fin terminó por ceder. Otra vez las cosas están en su equilibrio.

Los dejo con una canción de León Gieco que escuché mucho estas últimas semanas y un post sobre Chávez.

Hugo Chávez: La persona versus el personaje

Me llega por facebook una invitación para participar en una marcha en contra Hugo Chávez. El texto de la misma dice lo siguiente:

“Me animé a lanzar esta invitación porque Chávez es una amenaza contra Sudamérica entera. En mi opinión, su locura nos va a llevar a una Primera Guerra Sudamericana. Cuenta con dos títeres que amenazan no sólo la seguridad de Colombia, sino la nuestra también: Bolivia y Ecuador. Y hay un Chile muy interesado en que esto suceda. No se trata, sólo, de la solidaridad con el pueblo colombiano; se trata de la solidaridad con los pueblos venezolano (atrapados por este loco) e, incluso, del ecuatoriano y boliviano, atrapados, también, por otros dos dementes. Hay que movilizarnos. Espero encontrarlos allí, a las 12 del día, éste viernes, en el Ovalo de Miraflores.”

De un tiempo a esta parte se ha vuelto lugar común en el Perú caer en una suerte de reduccionismo ideológico, misma película de vaqueros en donde solo hay buenos y malos. El gran problema es que este tipo de reduccionismo se encuentra en todos lados, en la izquierda que encuentra un plan maquiavélico de Garcia en sus artículos sobre el Perro del Hortelano, o en la derecha conservadora que mira a las ONG como agitadoras y/o manipuladoras del movimiento indígena. Cuando no hay capacidad de ver los matices, los grises y no solo los blancos y negros, no queda mucho espacio para el dialogo y la generación de consensos.

Una consecuencia de aquello es la incapacidad de ver al otro en su real dimensión. Por un lado se suele obviar que en política importan más grupos con intereses específicos que un individuo en particular y por otro se demoniza al individuo, quedándose con una imagen grotesca del mismo. Así por ejemplo, el problema es García y se olvida que existen un conjunto de grupos de interés que están detrás de él, ya sea a favor o en contra de sus decisiones de política, los cuales imponen restricciones a su accionar. Por otro lado, García o Chávez son casi como seres malignos, “dementes” o “locos” que tienen atrapados a sus pobres pueblos, como si fuesen sus características personales extremamente importantes desde el punto de vista político.

Por suerte, la realidad suele ser más compleja de lo que este tipo de lógica simplificadora sugiere. Cada vez que me encuentro con este tipo de argumentos en contra de Chávez, recuerdo aquella vez que tuve la oportunidad de charlar por unos minutos con él durante la cumbre de las Americas de Monterrey, allá a principios del 2004. Yo estaba allí porque había ganado un concurso de ensayos de la OEA y el premio consistía en participar como invitado especial en la cumbre. En uno de los tantos breaks durante la cumbre, me acerque a él con otro de los ganadores del concurso. Yo me esperaba un tipo vertical y acostumbrado a las jerarquías, dada su carrera militar. Nos causó sorpresa encontrarnos con un tipo sencillo, sin poses, amable y cordial, que se dio tiempo para charlar con un par de estudiantes en medio de tanta gente poderosa. Paso buen tiempo halagando la comida peruana, las maravillas del Peru y hablando de la belleza de la mujer venezolana. No hablo de política, cosa que a nosotros tampoco nos interesaba mucho. Después de todo, esto era un break de una cumbre política. Era un tipo que hablaba con todo aquel que se le acercara.

Al día siguiente, en otro break, me lo volví a topar en una circunstancia curiosa. Había terminado una sesión larga, y corrí a los servicios higiénicos. De pronto, termine en una cola en la cual estaban por lo menos 3 presidentes de la región, haciendo una fila india para usar los urinarios. En eso entra Chávez, se sorprende con la longitud de la cola y suelta un epa y una carcajada, la cual es compartida por todos los presentes. La persona que estaba antes que él le ofrece cederle su lugar, a lo cual Chávez responde: “Oiga, ¡aquí en el baño no hay presidentes! “. Toda la gente se empezó a reír. Chávez hizo su cola, como todos, en el único lugar en donde parece que no funcionan las jerarquías y el poder no importa: el baño.

Distinta sensación me dejó Lula. Obrero, líder sindical y socialista, pero distante, parco y hasta sobrado. Recuerdo que una persona pretendió acercársele durante uno de los breaks, pero él le hizo una seña para que no lo hiciese. El estaba solo frente a una mesa de bocaditos. Supongo que no quería ser molestado mientras se servía algo de la mesa, pero notar ello me dejó mala espina. Al día siguiente nos acercamos, le hicimos algunas preguntas sobre Brasil, pero el solo respondía parcamente. Nos tomamos una foto con él y nos fuimos con algo de desazón.

A mi vuelta de Monterrey, le comente mi experiencia con Chávez a un funcionario del Banco Mundial que trabajaba en la oficina del Banco en Venezuela, a quien tuve la suerte de conocer cuando estaba en Voces Nuevas, un proyecto de la oficina subregional andina del Banco con jóvenes. El me confirmó las impresiones que tuve de Chávez, en el sentido de que era un tipo diferente ante el gran público que en privado.

Allí entendí algo que el profesor Adolfo Figueroa solía decir en clase: no hay que confundir a la persona con el personaje. Figueroa criticaba implícitamente a algunas versiones vulgares del marxismo que tendían a demonizar a los capitalistas caracterizándolos como seres malvados y crueles, cuando en su entender solo cumplían el rol que les correspondía en una sociedad capitalista. Figueroa solía decir que los capitalistas no tenían nada personal con los trabajadores, podían ser hasta los padrinos de los hijos de estos últimos, pero eso no cambia en nada la naturaleza de la explotación en el sistema capitalista. Al final los capitalistas solo actuaban según las reglas del capitalismo. Actuaban según el personaje que les había tocado representar.

Desde entonces, cada vez que por casualidad veo en las noticias algún discurso de Chávez, no puedo evitar pensar que es el personaje el que está hablando. Y ciertamente, el personaje cae mal por muchas razones, tanto que un rey término mandándolo a callar. Por eso, más que demonizar a Chávez, creo que lo que corresponde es cuestionar los resultados de sus políticas, como alguna vez lo he hecho en el pasado. No tengo nada personal contra Chávez, por el contrario el tipo me cayó muy bien. Creo que haríamos bien si dejamos de pensar que el problema son las personas como Chávez y García, y entendemos que lo que observamos son solo personajes, producto de la dinámica política concreta que enfrentan. Ni demonios ni santos.

Habiendo sido tildado de neoliberal innumerables veces, dudo mucho que alguien me crea un defensor de Chávez (y mucho menos de su socialismo del siglo XXI) por lo aquí escrito. Pero ante tanto reduccionismo con el que uno se encuentra por ahí, me provocó contar mi experiencia con la persona de marras. Del personaje ya se ha escrito demasiado.