sábado, 24 de enero de 2009

Daron Acemoglu sobre las lecciones de la crisis internacional para la teoría económica

Después de escuchar tantas tonterías y visiones exageradamente pesimistas sobre la crisis internacional, contando a más de un izquierdista local tratando de llevar agua para su molino, es refrescante leer un artículo como el que acaba de colgar Daron Acemoglu, probablemente el mejor economista académico en estos días, en su página web, titulado "The Crisis of 2008: Lessons from and for Economics". Acemoglu sin dejar de ser crítico con la teoría económica moderna, no se entrega a la crítica mal fundamentada, como aquella que confunde el libre mercado con mercados desregulados. De acuerdo con Acemoglu, la teoría económica tiene mucho que decir sobre la crisis pero esta ha estado casi ausente en los debates sobre esta:

“I would like to argue that several economic principles related to the most important aspect of economic performance, the long-run growth potential of nations, are still valid and hold important lessons in our intellectual and practical deliberations on policy. But, curiously, these principles have played little role in recent academic debates and have been entirely absent in policy debates. As academic economists, it is these principles and the implications of current policies for the growth potential of the global economy that we should be reminding policymakers of.”

Este párrafo me parece particularmente bueno:

“Few among us will argue today that market monitoring is sufficient against opportunistic behavior. Many inside and outside academia may view this as a failure of economic theory. I strongly disagree with this conclusion. On the contrary, the recognition that markets live on foundations laid by institutions -that free markets are not the same as unregulated markets- enriches both theory and its practice. We must now start building a theory of market transactions that is more in tune with their institutional and regulatory foundations. We must also turn to the theory of regulation of both firms and financial institutions with renewed vigor and hopefully additional insights gained from current experience. A deep and important contribution of the discipline of economics is the insight that greed is neither good nor bad in the abstract. When channeled into profit-maximizing, competitive and innovative behavior under the auspices of sound laws and regulations, greed can act as the engine of innovation and economic growth. But when unchecked by the appropriate institutions and regulations, it will degenerate into rent-seeking, corruption and crime. It is our collective choice to manage the greed that many in our society inevitably possess. Economic theory provides guidance in how to create the right incentive systems and reward structures to contain it and turn it into a force towards progress.”

A leerlo completo, sobre todo nuestros “Campodonicos” locales.

viernes, 23 de enero de 2009

Los doctorados de economía en el Perú

En este post Silvio Rendon comenta sobre el recientemente creado doctorado en economía de la PUCP:

“Para decirlo claro, el doctorado de la PUCP en economía está evidentemente pensado para que los profesores de la PUCP, algunos de ellos profesores principales, que no son doctores y que ya no van a salir al extranjero a estudiar, consigan el cartón. Será la necesidad de acreditarse, tal vez acceder a las primas por ser doctor en vida activa y para la jubilación (pues en la PUCP al parecer para algunos hay una “cédula viva” según la cual la pensión se basa en el último sueldo), tal vez de equipararse a los casos en que la PUCP ya concedió el doctorado. Es como una “amnistía académica” a quienes no tienen los certificados usualmente indispensables para llegar a donde ya llegaron….

Es una pésima señal la que se da con este tipo de programas, comenzando por los propios profesores de la PUCP que salieron a estudiar y se quemaron las pestañas por lograr el nivel que ahora tienen. Ahora son ellos los que “tienen que aprender a compartir” con sus colegas y trabajar con ellos para que aquellos se doctoren. Así no es la cosa.”

Concuerdo con Silvio. Pero creo que habría que matizar un poco el asunto. Por un lado, está claro que estos títulos de doctorado otorgados en el Perú no tienen valor académico comparable con los otorgados en Europa o USA, por lo que para todos los efectos solo sirven para quienes requieren la credencial para el mercado interno. Creo que la ventaja del doctorado no radica tanto en la credencial en si misma, si no mas bien en términos de las ventajas asociadas con estudiar con gente de primer nivel, de tener profesores que mueven la frontera del conocimiento y tener la oportunidad de discutir con ellos tus investigaciones o mejor aun, co-autorear investigaciones con ellos. Un egresado de un doctorado en el Perú no tendrá ni el network ni las oportunidades laborales que goza un egresado de una universidad europea o americana. Dicho en otros términos, son doctorados para un nicho de mercado que no compite con los egresados de las universidades del exterior.

Me parece legítimo el deseo de seguir capacitándose de aquellos que, por diversas razones, no pudieron hacerlo en el exterior. Creo que el asunto radica en que se haga bien, aunque quede claro que no se puede esperar un mismo nivel de rigurosidad como el de los programas full time del exterior. En particular, me parece que una opción como la que sucede en San Marcos (si, San Marcos también tiene doctorado en economía!), en donde casi el 100% de la plana docente está compuesta por profesores invitados, puede ser lo mas sensato en términos de asegurar algún nivel de rigor esencial y en donde no termine esto en convertirse en un mero trámite para conseguir el grado de doctor.

Por otro lado, me parece claro también que muchos de estos programas locales dan señales de muy bajo nivel. Recuerdo que estaba en el tercio estudiantil de la Facultad de Economía en San Marcos cuando se discutió la propuesta del programa de doctorado. En aquel entonces me opuse al programa no solo porque me pareció muy claro que solo era una forma para que algunos profesores obtuvieran el titulo para lograr su ambición de ser decanos en el futuro, sino porque el programa en si me pareció mal diseñado. El programa no contenía ningún curso de métrica ni estadística, elementos claves para la investigación doctoral, pero si tenía un curso de Derecho Económico en el primer año de estudios, algo que no se estila en casi ningún lugar del mundo. Hasta ahora sigue conservando esa característica, como se puede observar en la página web del programa:


“El Doctorado considera un total de 81 créditos distribuidos de la siguiente forma:

PRIMER CICLO
Desarrollos recientes en Microeconomía y Economía de Empresas. 6
Análisis de la Realidad Social y Política del Perú y Latinoamérica. 5
Derecho Económico. 5
Metodología de la Investigación Económica y Social. 5

SEGUNDO CICLO
Desarrollos recientes en Macroeconomía de economías abiertas. 6
Políticas Económicas. 5
Seminario de Tesis I. 6
Economía del Medio Ambiente y Manejo de los Recursos Naturales. 5

TERCER CICLO
Investigación Económica y Social I. 8
Mercados de Capitales Globalizados. 6
Seminario de Tesis II. 8

CUARTO CICLO
Investigación Económica y Social II. 8
Seminario de Tesis III. 8 “

A eso habría que sumarle la pésima forma en que están redactados los objetivos del programa:

“El Doctorado está dirigida a Magísters en Economía, Ingeniería Económica, Contabilidad, Administración, Ingeniería Industrial y afines, que se desempeñan en la conducción de instituciones públicas o privadas, y como docentes de instituciones educativas de nivel superior.

Al concluir sus estudios, el Magíster (sic, debería decir el doctor. SMZ) estará en condiciones de:

Alcanzar un alto nivel de eficiencia en el desarrollo de investigaciones científicas.

Amalgamar los conocimientos y la práctica científica con la dimensión ética para el desarrollo de sus actividades.

Promover permanentemente las investigaciones en la Ciencia Económica, importante para alcanzar los objetivos del desarrollo regional, nacional y latinoamericano.

Formar nuevos docentes-investigadores deseosos de contribuir a los objetivos de la Facultad y del país.

Criticar el estado actual de la Ciencia Económica con el propósito de, a través de la investigación, proponer los conceptos más avanzados que permitan hacer avanzar a la ciencia.”

Alcanzar un alto nivel de eficiencia? proponer los conceptos mas avanzados que permitan hacer avanzar a la ciencia? Pareciera que quien escribio el texto no se dio el trabajo de revisarlo.

No conozco los detalles, pero me imagino que la situación no será muy diferente en los otros doctorados en economía que hay en el Perú:

1. UNALM
http://www.lamolina.edu.pe/postgrado/doctorado/economia/default.htm
Aquí también sucede que todos los profesores vienen de Mexico por intermedio de un convenio con la UNAM.

2. UNFV
http://www.unfv.edu.pe/eupg/contenido/prospecto/doctorados/DoctoradoEconomia.html
Aquí al menos si tienen métodos cuantitativos como parte del programa, aunque incluyen un curioso curso de “Defensa Nacional”.

3. UIGV
http://www.uigv.edu.pe/posgrado/documentos/d_economia.doc
Lo curioso en este programa es el “Seminario de Proyecto Nacional”.

En fin, es el drama de los doctorados en el Perú.

jueves, 22 de enero de 2009

El mito de las políticas “correctas” (I)

El debate público en el país esta usualmente plagado de una creencia, pocas veces cuestionada, de que existen políticas “correctas” y que solo hay que echar mano de ella para resolver nuestros problemas. Ya discutí algo de ello en un post anterior (¡escrito hace más de un mes!), pero ahora quiero ahondar de nuevo en ese punto. En este post voy a tratar de motivar la discusión y presentar un marco teórico que permitirá ilustrar el tema en un post siguiente. Veamos como sale.

En lo esencial, la idea de los defensores de este mito es que existe –a priori- un set de policies que es mejor para incrementar el bienestar que cualquier otro set alternativo. Así, los neoliberales extremos creen que –por ejemplo- las políticas comerciales de libre mercado son mejores que las políticas proteccionistas (mientras que los proteccionistas como Campodónico o los de Actualidad Económica sostienen esencialmente lo contrario). El tema es, entonces, simplemente escoger las políticas “correctas” y a esperar. Vamos con algunos ejemplos de mi articulista favorito: Humberto Campodónico. Aquí una muestra del mito de las políticas “correctas”:

“El ministro Carranza, Comex y los importadores han revivido el fracasado Consenso de Washington, que Alan García declaró "caduco" el 28 de julio del 2006. Ni siquiera en Chile hubo un machetazo arancelario tan grande como éste, pues la rebaja fue progresiva. Los neoliberales han logrado con este gobierno lo que no estaba ni siquiera en la agenda del más dulce de sus sueños. Pobre país.” Rebaja arancelaria: gran victoria del neoliberalismo

“Lo más preocupante es que esta alianza viene acompañada del mismo sonsonete que, bajo Fujimori y Toledo, repitió hasta el cansancio que la madre de todos los problemas era el "enorme tamaño del Estado", por lo que había que achicarlo en todos sus roles e instancias: gasto corriente, empresas estatales. Hoy, los mismos que ayer desmantelaron al Estado por "burocrático" e "ineficiente", se rasgan las vestiduras y lo acusan de "no estar a la altura de las tareas que debe cumplir". …Así, la actual "política de reconstrucción" profundiza el modelo económico que agrava las desigualdades. En lugar de poner el péndulo al medio entre el Estado y el mercado, sacándolo del neoliberalismo extremo adonde lo llevó Fujimori, se ha optado por dejarlo bien arriba, a la derecha. Es el adiós definitivo al "cambio responsable”. Bien arriba, a la derecha

“Superar la desigualdad exige políticas y medidas concretas que “hagan sentir” a la población que existe la voluntad de poner el péndulo en el medio, que no se sigue privilegiando a un solo factor de la producción, el capital. En este caso, la percepción de que se avanza hacia la reducción de la desigualdad es a veces más importante que el impacto económico de la medida de política. Lo importante es el mensaje explícito de que se avanza en la senda de promover mayor equidad….Se trata, en suma, de poner el péndulo al medio, de equilibrar los roles del mercado y del Estado; de arbitrar entre el capital y el trabajo; de reducir la tremenda desigualdad que agrava la pobreza de la sierra rural. Se trata de nivelar la cancha, que hoy está super inclinada a favor del mercado y del capital”. Poner el péndulo al medio para acabar con la exclusión social

“Pero el gobierno no tiene una visión clara sobre el rol de las empresas públicas (EP) en el proceso de desarrollo. El neoliberalismo planteaba venderlas en el menor tiempo posible "porque son ineficientes per se en la gestión de recursos, además de ser un botín del partido político de turno". Su máxima expresión es la Constitución de 1993 (Art. 60) que establece la subsidiariedad del Estado en la actividad empresarial. En una palabra, las EP solo deberían realizar actividades que no pueda hacer el sector privado…Pero las EP no necesitan "impulsos" de mandatarios ni ministros "buena gente", sino un nuevo marco legal para que las que se van a mantener (de todas maneras, y para comenzar, Petroperú, ENAPU, Sedapal y Electroperú) puedan competir bajo las mismas reglas que la empresa privada, como sucede en Chile, Colombia y Brasil. Eso lo dice hasta el BM, como ya hemos visto. Hay que derogar el dogma neoliberal de la Constitución de 1993 y proponer una nueva política que encare la reforma integral de la propiedad, gestión y control de las empresas públicas. Ese es el camino”. ¿Sabe el gobierno qué quiere hacer con las empresas públicas?

Podría llenar este post con más citas de Campodónico o con alguno de los artículos del blog de Actualidad Económica, que más o menos van en la misma dirección. Sin embargo, esta creencia equivocada no es patrimonio de la izquierda: en los artículos de Adrianzen, Salazar o Mariategui se pueden encontrar argumentos que, aunque en dirección contraria, también sostienen las mismas creencias; a saber, que existen políticas correctas o, para decirlo de otro modo, de una “receta” que nos habrá de ayudar a resolver nuestros problemas. En los post que vienen voy a argumentar que dicha creencia es errada basandome en un marco teorico desarrollado por Mariano Tommasi y Pablo Spiller sobre el proceso de formulacion de politicas.

Lecturas sobre violencia

Buena parte de mis dos últimas vacaciones en Lima las dedique a leer literatura que me permita comprender mejor el proceso de violencia política que experimento el país durante el periodo 1980-2000. Empecé con el libro de Ricardo Uceda “Muerte en el Pentagonito”, que me parece de lejos la mejor investigación periodística sobre el periodo, para luego seguir con el libro de Gustavo Gorriti sobre Sendero. Ambos me parecen un buen complemento, mas cuando ambos cubren periodos distintos. Gorriti cuenta la historia de los orígenes de Sendero Luminoso hasta el momento en que el Gobierno de Belaunde decide el ingreso de los militares en el conflicto mientras que el de Uceda empieza precisamente en el momento en que los militares comienzan a prepararse para dicho ingreso.

También tuve tiempo para leer los dos libros de Umberto Jara, el primero sobre el grupo Colina y el otro sobre el secuestro de la embajada de Japón. Me gusto mucho más el del grupo Colina, que me pareció el mejor escrito de todos los que leí. Finalmente, también leí el de Santiago Rocangliolo, pero quede muy decepcionado. No porque crea que sea un mal libro, pero para alguien interesado más en la historia y los hechos que en la perspectiva personal del autor, la intromisión del autor en la historia me pareció sumamente accesorio.

Ahora, ya de vuelta a mi exilio, quiero reflexionar en una serie de post sobre algunos de los temas que cubren estos libros. Son muchas las ideas que me andan dando vuelta a la cabeza al respecto. Una es, por ejemplo, la hipótesis de Jara sobre la existencia de dos escuadrones durante el llamado operativo Chavín de Huantar y la ejecución extrajudicial del emerretista Tito.

Hay otra idea que necesito explorar con más detalle que lanzo por ahora a nivel de pregunta. ¿Explica la extendida pobreza del ande peruano la magnitud del conflicto? Es una pregunta difícil de contestar, pero los resultados del estudio sobre igualdad de oportunidades que hice con Vanessa Ríos mostraban que el impacto del origen étnico y otras circunstancias sobre la adquisición de capital humano se reduce considerablemente entre las generaciones que entraron al mercado laboral entre la década del 60 y 90. Es interesante notar que eso también sucede en términos del logro laboral del individuo (medido en términos de ingreso) para las generaciones que entran al mercado laboral entre el 60 y 70, pero se revierte para las generaciones que lo hicieron entre el 80 y 90. ¿Sera casualidad que dicha reversión ocurra precisamente cuando estalla el proceso de violencia? ¿En ausencia de dicha violencia, se habría observado una reducción del impacto del origen étnico en los resultados laborales de las personas del mismo modo que se observa en términos del logro educativo? Se podría argumentar que, mal que bien, hacia 1980 el Perú venia mostrando cierto progreso distributivo que se interrumpe con la irrupción de Sendero. Si esto es así, el origen del conflicto tendría más que ver con la ideología de Sendero que con la realidad y condiciones sociales del momento. Sendero creía estar en una situación revolucionaria. ¿Realmente la hubo?

Lo único que sigue siendo un misterio para mí es como entender que gente tan lúcida de la generaciones pasadas se dejo convencer por una ideología tan cerrada y dogmatica como el marxismo y demás ismos vinculados. Una buena dosis de escepticismo epistemológico y una actitud más crítica nos hubiera ahorrado muchas desgracias. Tenía razón Popper cuando decía que los intelectuales son responsables no solo del gran progreso experimentado por la humanidad sino también de sus más grandes desgracias. Un sistema de ideas cerrado y no abierto a críticas, asumido casi como una verdad trascedente, es el mejor camino a la barbarie.