En lo esencial, la idea de los defensores de este mito es que existe –a priori- un set de policies que es mejor para incrementar el bienestar que cualquier otro set alternativo. Así, los neoliberales extremos creen que –por ejemplo- las políticas comerciales de libre mercado son mejores que las políticas proteccionistas (mientras que los proteccionistas como Campodónico o los de Actualidad Económica sostienen esencialmente lo contrario). El tema es, entonces, simplemente escoger las políticas “correctas” y a esperar. Vamos con algunos ejemplos de mi articulista favorito: Humberto Campodónico. Aquí una muestra del mito de las políticas “correctas”:
“El ministro Carranza, Comex y los importadores han revivido el fracasado Consenso de Washington, que Alan García declaró "caduco" el 28 de julio del 2006. Ni siquiera en Chile hubo un machetazo arancelario tan grande como éste, pues la rebaja fue progresiva. Los neoliberales han logrado con este gobierno lo que no estaba ni siquiera en la agenda del más dulce de sus sueños. Pobre país.” Rebaja arancelaria: gran victoria del neoliberalismo
“Lo más preocupante es que esta alianza viene acompañada del mismo sonsonete que, bajo Fujimori y Toledo, repitió hasta el cansancio que la madre de todos los problemas era el "enorme tamaño del Estado", por lo que había que achicarlo en todos sus roles e instancias: gasto corriente, empresas estatales. Hoy, los mismos que ayer desmantelaron al Estado por "burocrático" e "ineficiente", se rasgan las vestiduras y lo acusan de "no estar a la altura de las tareas que debe cumplir". …Así, la actual "política de reconstrucción" profundiza el modelo económico que agrava las desigualdades. En lugar de poner el péndulo al medio entre el Estado y el mercado, sacándolo del neoliberalismo extremo adonde lo llevó Fujimori, se ha optado por dejarlo bien arriba, a la derecha. Es el adiós definitivo al "cambio responsable”. Bien arriba, a la derecha
“Superar la desigualdad exige políticas y medidas concretas que “hagan sentir” a la población que existe la voluntad de poner el péndulo en el medio, que no se sigue privilegiando a un solo factor de la producción, el capital. En este caso, la percepción de que se avanza hacia la reducción de la desigualdad es a veces más importante que el impacto económico de la medida de política. Lo importante es el mensaje explícito de que se avanza en la senda de promover mayor equidad….Se trata, en suma, de poner el péndulo al medio, de equilibrar los roles del mercado y del Estado; de arbitrar entre el capital y el trabajo; de reducir la tremenda desigualdad que agrava la pobreza de la sierra rural. Se trata de nivelar la cancha, que hoy está super inclinada a favor del mercado y del capital”. Poner el péndulo al medio para acabar con la exclusión social
“Pero el gobierno no tiene una visión clara sobre el rol de las empresas públicas (EP) en el proceso de desarrollo. El neoliberalismo planteaba venderlas en el menor tiempo posible "porque son ineficientes per se en la gestión de recursos, además de ser un botín del partido político de turno". Su máxima expresión es la Constitución de 1993 (Art. 60) que establece la subsidiariedad del Estado en la actividad empresarial. En una palabra, las EP solo deberían realizar actividades que no pueda hacer el sector privado…Pero las EP no necesitan "impulsos" de mandatarios ni ministros "buena gente", sino un nuevo marco legal para que las que se van a mantener (de todas maneras, y para comenzar, Petroperú, ENAPU, Sedapal y Electroperú) puedan competir bajo las mismas reglas que la empresa privada, como sucede en Chile, Colombia y Brasil. Eso lo dice hasta el BM, como ya hemos visto. Hay que derogar el dogma neoliberal de la Constitución de 1993 y proponer una nueva política que encare la reforma integral de la propiedad, gestión y control de las empresas públicas. Ese es el camino”. ¿Sabe el gobierno qué quiere hacer con las empresas públicas?
Podría llenar este post con más citas de Campodónico o con alguno de los artículos del blog de Actualidad Económica, que más o menos van en la misma dirección. Sin embargo, esta creencia equivocada no es patrimonio de la izquierda: en los artículos de Adrianzen, Salazar o Mariategui se pueden encontrar argumentos que, aunque en dirección contraria, también sostienen las mismas creencias; a saber, que existen políticas correctas o, para decirlo de otro modo, de una “receta” que nos habrá de ayudar a resolver nuestros problemas. En los post que vienen voy a argumentar que dicha creencia es errada basandome en un marco teorico desarrollado por Mariano Tommasi y Pablo Spiller sobre el proceso de formulacion de politicas.
1 comentario:
Stanislao: Estaba dándole vueltas a algunos posts tuyos (sobre todo "yo también quiero mi columna para escribir tonterías", que, pienso, es el antecedente de esta).
Pienso que hay que, en todo caso, diferenciar los lugares de enunciación, para contextualizar el discurso. Una cosa es un Campodónico, escribiendo desde la ideología en La República (¿para la tribuna?) y otra un Carlos Adrianzén, asesor del Ministerio de Agricultura durante la época de Benavides. De allí que el interés de la "tontería" tenga un fin determinado (¿confundir? ¿llevar agua para algún molino? ¿hacer río revuelto? ¿ganancia de pescadores?).
Si no, pienso, estaríamos siendo algo ingenuos sobre tal o cual proposición.
Saludos.
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