viernes, 11 de enero de 2008

Diez Consejos para ser un militante de izquierda (estupido)

Recibí esto hoy por la lista de correo de Rio Abierto. Vale la pena copiarlo completo porque hace tiempo que no me topaba con un texto político tan elemental:

Diez Consejos para los Militantes de Izquierda
Frei Betto
9 de enero del 2005
1. MANTENGA VIVA LA INDIGNACIÓN
Verifique periódicamente si usted es realmente de izquierda. Adopte el criterio de Norberto Bobbio: la derecha considera la desigualdad social tan natural como la diferencia entre el día y la noche. La izquierda lo enfrenta como una aberración que debe ser erradicada.
Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus social-demócrata, cuyos principales síntomas son usar métodos de derecha para obtener conquistas de izquierda y, en caso de conflicto, desagradar a los pequeños para no quedar mal con los grandes.


2. LA CABEZA PIENSA DONDE LOS PIES PISAN
No se puede ser de izquierda sin "ensuciar" los zapatos allá donde el pueblo vive, lucha, sufre. Alégrate y comparte sus creencias y victorias. Teoría sin práctica es hacer el juego a la derecha.

3. NO SE AVERGÜENCE DE CREER EN EL SOCIALISMO.
El escándalo de la Inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del socialismo en el este europeo no debe inducirlo a descartar el socialismo del horizonte de la historia humana.
El capitalismo, vigente hace 200 años, fracasó para la mayoría de la población mundial. Hoy, somos 6 billones(*) de habitantes. Según el Banco Mundial, 2,8 billones sobreviven con menos de US $ 2 por día. Y 1,2 billones, con menos de US $ 1 por día. La globalización de la miseria no es mayor gracias al socialismo chino que, a pesar de sus errores, asegura alimentación, salud y educación a 1,2 billones de personas.

4. SEA CRÍTICO SIN PERDER LA AUTOCRÍTICA.
Muchos militantes de izquierda cambian de lado cuando comienzan a buscar piojo en cabeza de alfiler. Apartados del poder, se tornan amargos y acusan a sus compañeros(as) de errores y vacilaciones. Como dice Jesús, vemos el polvo en el ojo del otro, pero no la viga en el propio ojo. Tampoco se enganchan para mejorar las cosas. Quedan como simples espectadores y jueces y, algunos, son captados por el sistema.
La autocrítica no es sólo admitir los propios errores. Es admitir ser criticado por los(as) compañeros(as).

5. SEPA LA DIFERENCIA ENTRE MILITANTE Y "MILITONTO".
"Militonto" es aquel que se jacta de estar en todo, participar en todos los eventos y movimientos, actuar en todos los frentes. Su lenguaje está lleno de explicaciones y los efectos de sus acciones son superficiales.
El militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, reflexiona, medita; valora de forma determinada su área de actuación y actividades, valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios.

6. SEA RIGUROSO EN LA ÉTICA DE LA MILITANCIA.
La izquierda actúa por principios. La derecha, por intereses. Un militante de izquierda puede perder todo, la libertad, el empleo, la vida. Menos la moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y representa. Le presta un inestimable servicio a la derecha.
Hay arribistas disfrazados de militante de izquierda. Es el sujeto que se engancha apuntando, en primer lugar, a su ascenso al poder. En nombre de una causa colectiva, busca primero sus intereses personales.
El verdadero militante - como Jesús, Gandhi, Che Guevara - es un servidor, dispuesto a dar la propia vida para que otros tengan vida. No se siente humillado por no estar en el poder, u orgulloso al estar. Él no se confunde con la función que ocupa.

7. ALIMÉNTESE EN LA TRADICIÓN DE LA IZQUIERDA.
Es preciso la oración para cultivar la fe, el cariño para nutrir el amor de la pareja, "volver a las fuentes" para mantener encendida la mística de la militancia. Conozca la historia de la izquierda, lea (auto)biografías, como el "Diario del Che en Bolivia", y romances como "La Madre", de Gorki, o "Las uvas de la Ira", de Steinbeck.

8. PREFIERA EL RIESGO DE ERRAR CON LOS POBRES A TENER LA PRETENSIÓN DE ACERTAR SIN ELLOS.
Convivir con los pobres no es fácil. Primero, hay la tendencia de idealizarlos. Después, se descubre que entre ellos existen los mismos vicios encontrados en las demás clases sociales. Ellos no son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea, personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida digna. Por eso, estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia.
Un militante de izquierda jamás negocia los derechos de los pobres y sabe aprender con ellos.

9. DEFIENDA SIEMPRE AL OPRIMIDO, AUNQUE APARENTEMENTE ELLOS NO TENGAN RAZÓN.
Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no se puede esperar de ellos actitudes que tampoco aparecen en la vida de aquellos que tuvieron una educación refinada.
En todos los sectores de la sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la corrupción se hace con la protección de la ley y los bandidos son defendidos por mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve una nación entera a la penuria.
La vida es el don mayor de Dios. La existencia de la pobreza clama a los cielos. No espere jamás ser comprendido por quien favorece la opresión de los pobres.

10. HAGA DE LA ORACIÓN UN ANTÍDOTO CONTRA LA ALIENACIÓN.
Orar es dejarse cuestionar por el Espíritu de Dios. Muchas veces dejamos de rezar para no oír el llamado divino que nos exige nuestra conversión, esto es, el cambio del rumbo en la vida. Hablamos como militantes y vivimos como burgueses, acomodados en una cómoda posición de jueces de quien lucha.
Orar es permitir que Dios subvierta nuestra existencia, enseñándonos a amar así como Jesús amaba, libremente.


Me parece sumamente interesante como el texto revela una serie de vicios que el discurso de la izquierda no ha logrado superar. Comento algunos:

a) Sectarismo
Es lamentable que, a estas alturas, se insista con el sectarismo. Por un lado, se dice “nosotros somos los buenos”, los que estamos en contra de las injusticias y desigualdades, mientras que “la derecha” concentra todo lo malo, son los que abusan de los pobres, los que ven y toman por natural las injusticias. Planteado el asunto a si, es muy difícil construir consensos políticos. Sin embargo, lo más importante es que lo anterior es una mentira del tamaño de una catedral. Es falso que solo la izquierda tenga un discurso igualitario. De hecho, quienes más han discutido el asunto en las últimas décadas han sido los liberales. Sino baste con revisar la Teoría de la Justicia de J.Rawls y todos los trabajos de Dworkin, Sen (el cual todas las ONGs de izquierda citan alegremente) e inclusive Nozick, a pesar de que este ultimo tenga una concepción mas limitada al respecto. Inclusive los pocos marxistas teóricos respetados académicamente que quedan (los llamados marxistas analíticos) se han visto muy influenciados por esta literatura, revisando sustancialmente la concepción sobre la igualdad social emanada de los escritos de Marx y los primeros marxistas.

No solo eso, sino que cualquier postura intermedia, como la socialdemocracia es denostada sin argumento de por medio. La paradoja es que, si es que algo se ha logrado en términos de mejorar las condiciones de vida de los que menos tienen, ello ha sido posible en aquellos lugares en donde la social-democracia se ha establecido. Simplemente Betto esta en la calle. Por otro lado, si no es la social-democracia, entonces que se propone? La lucha armada de nuevo? Si no es así, entonces no queda otra que luchar por el poder por medio de los mecanismos que la democracia ofrece. Nos guste o no, eso nos acerca a la social-democracia y nos obliga a negociar con otros agentes políticos. Y una actitud sectaria no sirve mucho en esa dirección.

b) Limitada autocritica
Ahora resulta que no hay que sentir vergüenza del socialismo? Me pregunto si habrá en Alemania gente que inste a los demás a no avergonzarse del nazismo. No hay que avergonzarse de los mas de 6 millones de rusos muertos en los campos de concentración de Stalin? De la supresión de libertades en Cuba? De los miles de muertos ocasionados por el intento de unos cuantos “iluminados” de imponer su “socialismo” mediante la revolución en los países de América Latina? Mal. El socialismo ya fue, y la izquierda tiene que ponerse a pensar en otra cosa.

Lo peor de todo es que ni siquiera queda claro que es de lo cual no se debería sentirse vergüenza. Seguimos apostando por la planificación centralizada? Por un régimen de partido único? Si no es así, entonces de que socialismo no debería uno avergonzarse? Porque lo único que uno escucha de los mas viejos, de aquellos que se resisten a evolucionar ideológicamente, es que se siguen definiendo socialistas pero cuando uno les comienza a preguntar si siguen creyendo en algunos de los componentes que lo definieron (como partido único, planificación centralizada, etc) entonces te dicen que no, que aquello estuvo mal y que hay que intentar otra cosa. Entonces, en que quedamos? Te defines socialista pero ya no crees en ninguno de sus elementos constitutivos? De que socialismo hablamos? Mayor confusión ideológica, imposible. Ni que hablar de ese socialismo del siglo XXI del que algunos despistados hablan, que se parece mas a caudillismo rancio del siglo XIX.

Ademas, ahora resulta que el socialismo chino hace que las cosas sean menos graves. La paradoja es que China tuvo que desmantelar su socialismo económico para poder crecer e ir gradualmente disminuyendo su pobreza. Es mas, como los trabajos de Amartya Sen muestran, la ausencia de libertades políticas en China permitió que hambrunas, perfectamente evitables debido a que no había escasez de alimentos, mataran millones de chinos. Porque insistir con una formula fracasada?

Lo dejo ahí por ahora pero continuare mañana. Es preocupante que ideas como estas persistan. Creo que es preciso someterlas a crítica y demostrar su debilidad en el debate público y evitar que las nuevas generaciones sean ideológicamente estafadas por sectores de la generación del 70 que fracasaron estrepitosamente en sus proyectos políticos. Importa poco que se vayan a la tumba con sus creencias anquilosadas y erróneas, pero es preciso combatirlos en el debate público pues hay sectores fácilmente radicalizables de las generaciones más jóvenes que aun encuentran seductores los argumentos simples y carentes de rigor científico que constituyen eso que llaman socialismo.

Actualización

Continúo con la discusión anterior.

c) La izquierda “principista” y la derecha “amoral”.
Esta es una variante del punto a). Las referencias a la moral revolucionaria y al “hombre nuevo” son continuas en el discurso de la izquierda atrapada en los 70’s. De ahí la comparación de Jesús con el “Che”, a pesar de que muchos difícilmente se imaginarían a Jesús ordenando la ejecución de sus opositores o matándolos con sus propias manos como lo hacia el “Che”, asunto que al parecer le preocupa muy poco a esta sacerdote radical. Me llama sumamente la atención este punto porque acerca mucho a los izquierdistas a la religión o al menos a alguna forma de ella, a pesar de su declarado ateísmo. Sobre todo porque es absurda la “pretensión” de convertir a todo el mundo a la “causa revolucionaria”, a asumir valores colectivistas y a denostar la búsqueda del beneficio personal. Que hay de malo con el individualismo? Porque pretender que todos deberíamos ser solidarios? Asumir valores solidarios y de interés por el prójimo es un asunto exclusivamente personal y no debería ser motivo de discusión desde un punto de vista de política publica. Si Betto quiere hacer su chamba, que vaya a convertir cristianos, pero tales conversiones no son admisibles más allá de la esfera estrictamente individual en una sociedad basada en el respeto a la libertad de opinión y conciencia.

d) No lea solo basura.
Por su puesto que cada uno tiene derecho a leer lo que estime conveniente. Sin embargo, cualquiera que quiera seriamente dedicarse a la actividad política debería tener un horizonte de lecturas más amplio. Solo así uno es capaz de desarrollar una actitud realmente crítica respecto a nuestras creencias políticas. Lamentablemente nuestros izquierdistas no se han caracterizado precisamente por la apertura académica. Casi siempre lecturas diferentes a las de la izquierda son rápidamente tildadas de “reaccionarias”, “burguesas” o “revisionistas”. Hay mucho apego a la exegesis de textos sagrados y a la cita de memoria, o a la lectura de literatura poca seria y muy aficionada a las teorías conspirativas. Mal. Y los pocos marxistas serios que aun quedan casi no reciben atención por nuestros izquierdistas, que en vez de Cohen, Roemer o Van Parijs prefieren a Atilio Boron.

e) La opción por los pobres no se antepone a la opción por la verdad y el respeto a la ley.
Defender a los que menos tienen no significa siempre aceptar lo que ellos hacen. La pobreza no es justificación para la violación de los derechos de los demás, así como la búsqueda de la justicia social no justifica “revoluciones” que suelen siempre estar asociadas a violaciones de los derechos de los demás. No es admisible el relativismo moral ni la ética consecuencialista, ni de izquierdas ni de derechas.

3 comentarios:

Humberto Contreras Soria dijo...

Lo más estupido que he leído ultimamente es que alguien se defina como "liberal de izquierda" ¿que es eso? ¿"chanfainita teórica"? No pues, mi estimado Stanislao, defínete abiertamente como liberal o neoliberal pero no vengas con esos cuentos chinos de "liberal de izquierda" o "liberal de derecha". Ser o no ser: he ahí la cuestión

Anónimo dijo...

Te voy a ser franco, veo travestismo intelectual, quieres aparentar algo que no eres y se nota. Basta con decir soy liberal y deja de esconderte.
Ademas te vuelves el mas sectario de todos al afirmar "es preocupante que ideas como estas persisntan" y "creencias anquilosadas y erroneas", ademas tienes un error conceptual, toda planificacion es centralizada, sino ¿como michi planificas si cada uno se dispara por su lado?, y te pongo un ejemplo clarito entra a MIDEPLAN del amado chile de los amores de muchos y fijate como funciona, y sin ir muy lejos revisa como funciona el SNIP.

Anónimo dijo...

Yo también soy liberal de izquierda