“Está probado que las políticas del FMI y del Banco Mundial, orientadas a que el "libre mercado" decida la asignación de recursos, desembocan en que los países se conviertan en importadores netos de alimentos, como el Perú.” Humberto Campodónico en Conveagro plantea diálogo para un cambio de rumbo.
Yo nunca he visto algún paper serio argumentando lo anterior. Sería interesante que Campodónico comparta la literatura (que aparentemente solo él conoce) para saber cuál fue el modelo teórico y la evidencia empírica que soporta la conclusión de que está DEMOSTRADO (ojo, no dice que hay cierta evidencia que nos permite formular a nivel de hipótesis lo anterior o siquiera alguna de esas hipótesis tentativas que formulan los científicos. No, para Campodónico ya está demostrado).
“Los datos demuestran claramente que el modelo económico genera una concentración de ingresos en los sectores más altos y que es allí donde hay que cortar el consumo y no en el presupuesto 2009, porque eso golpea a los pobres. Pero eso es como pedirle peras al olmo porque este es el gobierno de los ricos.” Humberto Campodónico en El gobierno de los ricos.
Este es un ejemplo de lo que un economista serio no debería de hacer. Campodónico comenta los resultados de una encuesta que cubre solo 3 periodos (del 2005 en adelante) y saca una conclusión que se aplica a un modelo que ya tiene 18 años de implementado! Un análisis serio exigiría gruesamente comparar la información anterior a la implementación del modelo liberal y contrastarla con información después de dicha implementación (en concreto, analizar información de las encuesta de niveles de vida de Cuanto de 1985-1986 con las posteriores a 1990. Eso ya lo hicieron Escobal, Saavedra y Torero, quienes encuentran precisamente lo contrario a lo que Campodónico afirma alegremente sin evidencia seria alguna). Ejemplo de mala ciencia y de poca seriedad.
“Pero lo que no dice Franco ni García previó es que, con la crisis del capitalismo mundial, hemos entrado a la época de vacas flacas y que hay poco, muy poco, por distribuir. Lo que viene probablemente es un proceso de cambios que ponen en cuestión el modelo económico y el Estado neoliberal. Sugiero aquí un conjunto de hipótesis de lo que probablemente se viene con la crisis del capitalismo mundial, una vez abandonada la idea optimista, para no calificarla de otra manera, de que el Perú es un país blindado. Esta tesis es tan peregrina como la de afirmar que en el mundo llueve a cántaros, pero el Perú no se moja. Todo no puede ser igual que antes. Muchas cosas van a cambiar. Después del colapso de Wall Street nada puede ser lo mismo.” Sinesio Lopez en Hipótesis sobre lo que se viene.
No sabía de la afición de Sinesio por la futurología. Tomemos nota y veamos qué pasa. Mi impresión particular es que no pasara nada. Es más, tengo la impresión de que este asunto de la crisis se está sobredimensionando. No cabe duda que el alarmismo vende, no es vano libros de mala calidad como el Horror Económico de Viviane Forrester o el Fin del Trabajo de Jeremy Rifkin se vendieron como pan caliente. Después dicen que la economía en la ciencia lúgubre.
“¿Y por qué aquí funcionó la sustitución de importaciones y en el Perú fracasó tan estrepitosamente con Velasco? Bueno, aparte de ciertas características culturales coreanas que no compartimos (laboriosidad, disciplina, perfeccionismo, orden), aquí hubo otros elementos importantes: el modelo se orientó pronto a la exportación (leer al economista Pablo Bustelo) y no se agredió con estúpidas teorías marxistas al empresariado. No hubo agresivos discursos clasistas, revanchismo social por resentimientos o socialistoides esquemas idiotas, diseñados por los marinos Dellepiane y Jiménez de Lucio, como la Propiedad Social a la yugoslava, la estabilidad laboral inmediata (tres meses) y absoluta o la Comunidad Laboral (copropiedad), como tampoco una deificación del sindicalismo comunista más ramplón, liderado por la CGTP (gigantes como Moraveco, Manilsa, Papeles Paracas e Inresa desaparecieron por la hostilidad sindicalera). Además, en Corea siempre hubo una obsesión por mejorar la educación pública y no existió una basura como el SUTEP estropeándola.” Aldo Mariátegui en Un poco de Corea.
Hace tiempo no leía tantos lugares comunes juntos en un solo párrafo. Demasiada paja entre poco trigo. A veces creo que Aldo Mariategui es el Campodonico de la derecha (por la seguridad con la que afirma cosas sin sustento, aunque debo admitir que no le he leído decir nunca que sus afirmaciones están demostradas como lo hace Campodónico), con la salvedad de que al menos tiene la excusa de no haber sido entrenado como economista (aunque ciertamente eso no te da derecho a decir cojudeces). La idea de que la cultura o la geografía tienen un impacto profundo en el desarrollo económico de los países cada vez tiene menos soporte entre los especialistas (contra-ejemplos de ello hay un montón). Por otro lado, argumentar que la orientación ideológica del velasquismo explica el fracaso de sus políticas no es otra cosa que un reduccionismo simplón. Por ejemplo, Mariano Tommasi –mi asesor de tesis en San Andrés- y Pablo Spiller de la Escuela de Negocios aquí en Berkeley, tienen una teoría interesante sobre el proceso de formulación de políticas públicas que sostiene que no importa mucho las características externas de estas (por ejemplo, si la política comercial es abierta o proteccionista) sino mas bien sus atributos internos; esto es, su flexibilidad, coherencia, sostenibilidad intertemporal, etc. En suma, no existe una receta. Lo que importaría entonces es que las políticas que implementemos, sean cual sea su orientación, tengan las características arriba señaladas, lo cual depende de la naturaleza de la espacio de transacciones en donde estas se formulan. Es un poco largo explicar la propuesta de Mariano (lo hare en otro post), pero en suma la idea es que lo que importa es que el sistema político sea lo suficientemente flexible como para permitir cambiar una política si esta no funciona, mas allá de la orientación ideológica. Lo que sucede en países como el Perú es que oscilamos entre los extremos de inflexibilidad (como por ejemplo, incluir contratos de estabilidad tributaria en la Constitución) o extrema volatilidad (Gonzales de Olarte lo ilustra bien en el Péndulo Peruano), lo cual es producto de una arena política con actores que tienen horizontes intertemporales de muy corto plazo y por ende proclives al oportunismo político. Un sistema político con actores con horizontes intertemporales más largos nos prevendría del oportunismo político y de las rigideces que observamos (y los costos que ello implica).
En un proximo post no se pierdan a Giacosa, mas de Campodonico y algunas perlas de la columna de Actualidad Economica de la Republica. Voy a incluir tambien a algunos liberales como Carlos Adrianzen. Hay mucho material!
Esto va para los economistas. La última vez que estuve en Lima tuve la suerte de reunirme con el profesor Figueroa y una de las cosas de las que hablamos fue sobre esta suerte de tensión entre el economista académico y el economista mediático. Son muy pocos los que logran ser coherentes en ambos planos (se me viene a la cabeza Krugman), pero tengo la impresión de que la mayoría de los columnistas económicos en el país se dejan llevar demasiado por sus preferencias políticas. Esa idea de economistas de izquierdas o derechas me parece antinatural por esa misma razón. Cualesquiera sean mis creencias, uno no debería de dejar de lado la teoría económica y la evidencia empírica a la hora de escribir sobre algún aspecto económico de la realidad. No hacerlo, seria estafar al lector, vender cebo de culebra (quizás por alguna agenda partidaria en particular) y dejar mal parada a la profesión.
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8 comentarios:
"La idea de que la cultura o la geografía tienen un impacto profundo en el desarrollo económico de los países cada vez tiene menos soporte entre los especialistas"
vs.
"lo cual es producto de una arena política con actores que tienen horizontes intertemporales de muy corto plazo y por ende proclives al oportunismo político. Un sistema político con actores con horizontes intertemporales más largos nos prevendría del oportunismo político y de las rigideces que observamos (y los costos que ello implica)."
Como que vuestras afirmaciones se contradicen un poco. Cultura y geografía son cosas muy amplias. Necesitarías definirlas. Porque en el segundo párrafo podríamos hablar de "cultura política" o algo similar. Cultura como usos, costumbres, normas, formas de proceder, etc., que no solo están en las cabecitas de los políticos.
Y sigue posteando esas perlas de análisis mediático. Nos ayudan mucho.
Estimado Stanislao,
Creo que todas las personas que mencionas tienen todo el derecho del mundo a hablar tontería y media si quieren, siempre y cuando no lo hagan desde una posición de economistas.
Estos seudo-economistas están en falta ética hacia la profesión por varios motivos, pero el principal es que ejercen la profesión de economistas sin la probada competencia en la materia, que sólo puede ser asegurada por estudios previos serios, exigentes y permanentemente actualizados.
La ligereza de sus afirmaciones constituye una falla o un error imputables a su desconocimiento o su insolvencia profesional. Pero eso no es lo grave. Lo grave es el hecho de que esos errores se repitan, ya que no se corrige ni hay la más mínima voluntad de corregir los orígenes de estos.
La falta de dicha voluntad abre las puertas a otras suspicacias. Los errores no solo pueden ser por insolvencia profesional, en cuyo caso es una forma de error culposo. Lo errores también pueden surgir de algún tipo de solicitación exterior o de presión de diverso tipo y entonces estaríamos hablando de debilidad o claudicación. Sobretodo sí los susodichos reciben remuneraciones económicas o de algún tipo por las columnas que escriben.
Lo que nos corresponde en este caso, como bien haces, es señalarlos y denunciarlos. Hasta que no haya un circuito académico medianamente sólido y posicionado, la batalla contra los seudo-economistas para rato. Saludos,
Lo más grave es que estos tipos enseñan en universidades (Campodónico, Adrianzén, etc.)!
Lo has mencionado: "La lucha entre el economista académico y el economista mediático"... Es vieja constumbre que cierta parte de los periodistas económicos -y otros metiches que se unen a ellos- opine sin la debida preparación y que los economistas que deciden publicar en medios masivos lo hagan como si nunca los hubiesen preparado. Sin datos contrastables de por medio, son sólo devaneos, que lastimosamente la mayoría de la gente recibe como ciertos y absolutos. Saludos cordiales.
Muchas gracias, Stanislao por otro excelente post. Creo que lo que dices muchos lo piensan pero no quieren comprarse pleitos (es que son "académicos").
Yo creo que el Perú necesita que los académicos se compren pleitos porque fuera de las oficinas hay gente que la pasa mal. Por eso me dan rabia los intelectuales frívolos y los multiplicadores de pobreza.
Te agradezco también tu capacidad por hacer comprensibles tus ideas a los que no somos especialistas, quienes fácilmente podemos ser presa del engaño de los encantadores de serpientes. Un abrazo.
Hola. Quisieras que explicaras "horizontes intertemporales de muy corto plazo". Si no te entiendo mal, esto alcanzaría a los cargos de confianza a nivel de los mandos medios, y explicaría la profundidad de la corrupción en el estado? ¿Cómo corregirlo?
Hola Stanislao:
He llegado a tu blog googueleando Akerlof y me ha encantado tu blog.
Tengo una respuesta de economista para tu última pregunta. Mi idea es que la acción de los economistas debe modelizarse como un juego a dos niveles dónde en cada nivel (cada juego de interacción).
Supongamos que los economistas maximizan una función de utilidad que depende del resultado obtenido a cada nivel: académico y mediático.
Ahora, a nivel académico y a nivel mediático (los dos niveles del juego) las instituciones y las estrategias óptimas son distintas.
1.A nivel académico existen un conjunto de reglas de método, de reconocimiento mutuo, etc que hacen a los economistas (y a cualquier científico) a respetar unos estándares profesionales. Uno debe formular sus modelos en términos formales para que sean publicados y aportar cosas interesantes para que lo citen. Las cosas que "puede" decir están limitadas por esa estructura de incentivos.
2. A nivel mediático la situación es distinta. Uno comparte "trinchera" con determinada gente. Piensa en Joe Stiglitz hablando bien de los antiglobalización. La lógica de la confrontación política y la segmentación del espacio público hace que uno deba adoptar el lenguage del "grupo" y las estrategias políticamente óptimas.
En la medida en que el espacio de interacción es distinto, es lógico que las estrategias óptimas a la Nash sean distintas. Más incluso: es posible que uno pueda criticar a su propia profesión (Stiglitz diciendo cosas horribles sobre los economistas ortodoxos, de los que él forma parte).
Por otro lado, las estrategias a ambos niveles afectan el resultado también a ambos niveles: Joe Stiglitz usó su prestigio académico para convertirse en una economista mediático y al revés, los Supply siders usaron su prestigio mediático para obtener posición académicas relevantes. Pero si un economista valora con más fuerza el "prestigio" a un nivel que a otro- por ejemplo, porque la utilidad marginal del prestigio académico está saturada (tienes un nobel como Stiglitz) es posible que sólo te interese el prestigio mediático o la influencia que puedas tener en la política real.
Eso hace que las estrategias parezcan "irracionales", pero en realidad no lo son; solo hay que computar los pagos y las estrategias que se toman a ambos niveles.
Un saludo
Algùn dìa en una de mis clases en la PUCP. Cuando todos estamos hablando de lo bueno y lo malo (màs maniqueos TODOS!)de las politicas pùblicas en el Perù , el profesor despues de escucharnos hablar miles de tonterias atinò a decirnos( con la sabiduria oriental que lo caracterisa): Muchachos Uds. dediquen se ha trabajar y a estudiar por unos largaos años y de ahi con sus conceptos bien formandos pueden empezar a hacer politica!.
Creo que eso es lo que pasa con esos srs. que suelen dar sus opinones para todo y por todo en casos y situaciones en las que a vaces nunca han trabajado o no se dan el trabajo de siquiera revisar que es lo que realmente ha pasado.
Por otro lado, tambien creo que para dar una simple opinion no hay que hacer tanto calculo pero eso de que se ha "demostrado" obviamente hay que evitarlo.
Saludos Stanislao y felicitaciones por el blog. Esta muy bueno, eres muy capo y me da mucho gusto que ya estes por Berkeley.
Ah yo tambien quiero mi columna para escribir tonterias, totalmente! jaja
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