Los modelos centro-periferia se encuentran vinculados al nombre del economista argentino Raúl Prebisch y a toda la pléyade de intelectuales latinoamericanos reunidos en la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (CEPAL) durante todo el tiempo que éste estuvo al frente de dicha organización. Recientemente, a principios de la década pasada, Krugman dio un poderoso impulso a este enfoque en su trabajo “Geography and Trade”, publicado en 1991.
La idea fundamental de este enfoque es que los países y regiones se organizan espacialmente mediante el establecimiento de ciertas reglas de subordinación económica. De esta forma, ciertas regiones logran articular bajo relaciones asimétricas a un conjunto de otras, relaciones que implican la especialización en determinadas actividades productivas reflejadas en el flujo de intercambio de bienes. En la versión original de Prebisch, esto era resultado histórico del proceso de industrialización que generó, desde sus primeras etapas, una división internacional del trabajo en la cual la periferia suministra materias primas al centro. En estas condiciones, el cambio en la estructura productiva opera como un sesgo sistemático contra los países en desarrollo. Así, al tiempo que los excedentes de mano de obra generados por la pérdida de importancia relativa de las actividades primarias se concentran en la periferia, existen obstáculos de diverso tipo que impiden redistribuir trabajadores hacia nuevos sectores económicos, obstáculos relacionados con restricciones de orden político a la migración y la existencia de disparidades de orden tecnológico.
Dadas estas condiciones, los cambios estructurales tienden a generar un exceso de mano de obra dedicada a actividades primarias en la periferia, que presionan a la baja de los ingresos de estos trabajadores. Al mismo tiempo, los trabajadores de las regiones centrales tienen la capacidad de aumentar el nivel de sus remuneraciones e ingresos durante las fases expansivas, y de defenderse ante una contracción cíclica. Así, la disminución del tamaño relativo del sector primario genera de esta manera una tendencia al deterioro de los salarios relativos de los trabajadores de la periferia.
Esta reducción en los salarios relativos propende a manifestarse a su vez como una tendencia al deterioro de los términos de intercambio de los países en desarrollo. En la concepción de Prebisch, el efecto conjunto de la evolución de los salarios y la productividad implica que, mientras en el centro es posible captar los aumentos de la productividad de la mano de obra mediante mayores ingresos reales para sus trabajadores, la periferia se ven obligados a “exportar” el cambio tecnológico por medio del deterioro de sus términos de intercambio (Ocampo 1995).
En las versiones de Krugman (1992) y Fujita, Krugman y Venables (1999) la preocupación teórica es distinta a la de Prebisch. Estos autores no buscan explicar las relaciones asimétricas entre el centro y la periferia en términos de si los flujos de comercio y la especialización espacial del trabajo que estas -suponen- tienen consecuencias desniveladoras, si no más bien entender “... how interactions among increasing returns at the level of the firm, transport costs, and factor mobility can cause spatial economic structure to emerge and change”. Fujita, Krugman y Venables (1999:61).
Sin embargo, estos modelos necesitan ser modificados con el propósito de entender la naturaleza de los sistemas centro-periferia en el capitalismo subdesarrollado andino, puesto que, a diferencia de otras economías, aquí es la periferia la que exporta y no el centro. Como señalan Gonzáles y Lévano (2001): “Esta teoría debe ser adaptada a países como Perú, Bolivia, Ecuador, en los cuales la periferia es la que exporta, en general materias primas, mientras que el centro importa, para mantener una industria dependiente de insumos importados. Así, el modelo centro-periferia para ser aplicado a países en los cuales deberá tener características casi inversas a los países industriales exportadores”.
Dicho esto vamos ahora como se distribuye espacialmente la producción en un sistema centro-periferia como el mencionado. La distribución regional de la producción tiene básicamente dos características. En primer lugar, las actividades extractivas e ubican en aquellos lugares con recursos naturales y abundantes. Esto es el caso, por ejemplo, de la actividad minera en el país, la cual se ha caracterizado históricamente por generar débiles eslabonamientos productivos dentro del ámbito regional en el que se inserta. En segundo lugar, la producción industrial se concentra solo en determinados lugares, debido al predominio de fuerzas centrípetas. Estas surgen, como vimos anteriormente, de la interacción en el espacio entre economías de escala, tamaño de mercado y costos de transporte (Gonzáles y Levano 2001).
Dada esta distribución espacial de la producción, tendremos una región central en la que se realiza la producción de bienes industriales y que, por efecto de las fuerzas tendientes a la concentración, desarrolla condiciones para la preservación de su posición hegemónica. Sin embargo, dichas condiciones no son producto exclusivo del predominio de las fuerzas centrípetas. Y, por un lado, fuerzas y condicionantes que inciden directamente en la conformación espacial del sistema centro-periferia y, por otro lado, fuerzas que inciden indirectamente a través de su influencia sobre las fuerzas centrípetas y centrífugas.
Ello se debe a que la actuación de las “petas” y las “fugas” no se dan en el vacío. Estas fuerzas actúan sobre un determinado espacio geográfico cuya estructura potencia o inhibe los efectos de estas fuerzas en la conformación del sistema centro-periferia. Los modelos desarrollados por Krugman y compañía asumen implícitamente la asistencia de un espacio físico homogéneo en el cual sólo variables de orden económico explican que una región determinada asuma el rol de centro y que otras asuman el papel de periferias.
Levantar ese supuesto nos permitirá introducir el análisis de las condicionantes estrictamente geográficas en la conformación de un sistema centro-periferia. Más aún, podemos ir más allá e incluir otras condicionantes de tal manera que podamos ofrecer una perspectiva más omnicomprensiva del problema que nos interesa discutir. Ilustremos ahora las implicancias de esta perspectiva. Tal y como se desprende de las versiones originales de Krugman, en teoría cualquier lugar podría cumplir el rol del centro del sistema. Bastará que las fuerzas de concentración predominen sobre las fuerzas de desconcentración. Así, bajo esta propuesta teórica tanto Lima como Huancavelica o Puerto Maldonado podrían ser centro del sistema. ¿Por qué cumple Lima y no Huancavelica o Puerto Maldonado el rol de centro en el sistema Centro-periferia peruano? Evidentemente que detrás de la conformación de Lima como centro del sistema hay factores que van más allá de las fuerzas anteriormente mencionadas.
Consideremos que en la génesis del centro del sistema en particular, y en la conformación y consolidación del sistema en general, intervienen factores no sólo de naturaleza económica, sino también condicionantes de naturaleza político-institucional, cultural-histórica y de orden geográfico. Estos elementos influyen en la conformación y reproducción del sistema por medio de su impacto directo sobre el mismo, e indirectamente a través de su efecto sobre las fuerzas de aglomeración y dispersión.
Supongamos por ahora que los condicionantes político-institucionales y los culturales-históricos solo cumplen un rol importante en la génesis del centro del sistema mientras que, una vez formado el centro, las fuerzas de aglomeración y dispersión actúan reforzando o debilitando la hegemonía del centro sobre la periferia. Asumamos además que las condicionantes geográficas intervienen tanto en la génesis del centro como en la reproducción del sistema en su conjunto.
De acuerdo con esta propuesta, podemos entonces resolver el problema de la aglomeración originaria. Ella dependerá de la historia del sistema social en donde se desarrolla el sistema centro-periferia. Así por ejemplo la constitución de Lima como centro del sistema se debe a una serie de factores históricos que hunden sus raíces en el período de dominación española, reforzado por el proceso de industrialización por sustitución de importaciones de los años cincuenta que dio lugar al modelo primario exportador semi-industrial dependiente (Gonzales 1992).
La industrialización por sustitución de importaciones (ISI) permitió que Lima desarrollase una economía basada en economías de escala en la industria, con economías de aglomeración y externalidades que permitieron la generación de rendimientos crecientes que terminaron por consolidar su posición hegemónica. Lima se convirtió en un polo de atracción de trabajadores que fueron construyeron progresivamente una demanda con una escala importante, que permitió retroalimentar el proceso de crecimiento de la oferta urbano-industrial (Gonzáles 2000).
¿Y cuál fue el rol que jugaron las variables geográficas?. Estas tuvieron (tienen) efectos importantes sobre los costos de transporte, el tamaño de la demanda y otras variables económicas, es decir, tienen efectos importantes sobre las fuerzas centrípetas y centrífugas.
Ilustremos esto resolviendo la pregunta que planteamos líneas arriba. ¿Porqué cumple Lima y no Huancavelica o Puerto Maldonado el rol de centro en el sistema centro-periferia peruano? Complementemos nuestra respuesta anterior añadiendo que en la generación del centro intervinieron elementos como la cercanía al mar, la presencia del valle, una baja altitud y un clima propicio para el desarrollo de las actividades productivas y el asentamiento de la población. Estos elementos han condicionado la operación de las “petas” y las “fugas” en favor de la concentración de la actividad económica en Lima.
En general, la estructura geográfica sobre la que se asienta el sistema centro-periferia condiciona su reproducción y sus mutaciones a través de sus efectos sobre la operación de las fuerzas de aglomeración y dispersión. Sin duda, esto es más relevante aun para el caso de sociedades geográficamente heterogéneas como la nuestra.
2 comentarios:
Interesante, pero lo importante seria plantear como descentrar el pais.
Muy buena optica Estimado.
Ahora si bien en países como el Perú planteas que la periferia es exportadora, sin embargo el grado de centralizacion existente en Lima (historicamente por la aglomeracion institucional y el transporte maritimo desde su creacion) mantiene todavía a Lima como el centro exportador, dado que los recursos de la periferia productora todavía no son eficientemente transferidos a estos y no cuentan con infraestructura que soporte comercio internacional.
Vemos a modo de ejemplo que clusters lecheros como Arequipa y Cajamarca, concentran su produccion y procesos de exportacion en Lima y en Chiclayo (ya no ha plantas lecheras en Arequipa, se vinieron a Lima), entonces sería importante ver como se puede enfocar los modelos de Krugman, adicionalmente a la explicacion historica de Prebish y como modelar un plan de descentralizacion de los ingresos y beneficios hacia la periferia.
Saludos
Jorge
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