domingo, 10 de agosto de 2008

Sobre la “irracionalidad”: A propósito de los chavistas

Hace un tiempo discutía con una amiga respecto a la situación de Venezuela y el apoyo que tiene Chavez de parte de un segmento amplio de la población. Siempre me ha sorprendido la facilidad con la que mucha gente trata de ignorantes y/o irracionales a los seguidores de Chavez, no sin cierto desdén. Muchos, de paso, aprovechan para cuestionar la forma en que la ciencia económica entendemos el tema de la racionalidad, critica que por extensión se hace a gente que trabaja con modelos inspirados en la teoría económica moderna en otras ciencias como la ciencia política basada en los modelos del rational choice. Me asombra mucho que gente inteligente de plano descarte aproximaciones basadas en el rational choice sin tener ningún argumento sólido más que el decir que la realidad es mas compleja, pero ya discutiré eso en otro post.

Bueno, volviendo a los chavistas, entiendo que el asunto se refiere a que como es posible que los venezolanos apuesten por Chavez siendo cierto que tal y como esta haciendo las cosas no se obtienen los resultados de los que alardea el régimen (ver mi post anterior sobre Venezuela aquí). Ante este punto hay dos posibles respuestas: a) el argumento de que la gente no es racional, o, b) podría argumentarse también que la gente sigue siendo racional, ante lo cual tendríamos que extender la visión tradicional sobre racionalidad que se impuso desde la economía neoclásica y que ha contagiado a otras ciencias. Confieso que no estoy muy seguro cual de las dos posturas me parece mas atractiva, pues ciertamente hay conductas que uno tipificaría claramente como irracionales (como por ejemplo, la defensa cerrada e ideológicamente nublada del chavismo de la que muchos socialistas del siglo XXI hacen gala). Lo que si se, es que ha habido muchos esfuerzos de frontera entre la psicología, sociologia y la economía que han venido estudiando las conductas que tradicionalmente consideramos irracionales bajo un marco de racionalidad pero en un contexto de información incompleta e imperfecta con costos de administración de la información, conocidos en general como “racionalidad acotada”.

En la literatura especializada hay diversos modelos de que se elaboran con estos propósitos, como los autómatas celulares o las redes neuronales, entre otros, y se utilizan para explicar fenómenos como la adopción de modas, la aparición de crisis financieras internacionales o las revoluciones socialistas como la bolchevique. En este caso particular, uno podría pensar que los ciudadanos venezolanos o algunos de los simpatizantes externos son agentes con pensamiento categórico y tipifican –a partir de la información disponible en un momento inicial más sus creencias y valores- una política del régimen según su grado de efectividad como “buena”, “regular” o “mala”. Supongamos que en esta situación inicial la política es efectivamente “buena” y se revela como tal para todos los agentes (lo cual no implica que todos la vean así, porque las creencias y valores juegan un rol importante y una política “buena” no es considerada como tal por todos por factores ideológicos o lo que sea). Dado que la información es costosa en términos de administración, los agentes no actualizan sus creencias en todo momento del tiempo. Así, podría ser que esta política que en algún momento se revelo como “buena” para la mayoría de los agentes se empiece a deteriorar y ahora se empieza a revelar como “regular”, pero ello no modifica la percepción de la mayoría de los agentes debido a los costos.

La idea básica es bastante sencilla: actualizar la información tiene beneficios importantes pero también costos, por lo que los agentes no actualizan la información a menos que consideren que los beneficios de actualizarla son mayores que el costo que eso implica. Solo cuando ello ocurre, los agentes actualizan sus creencias. Como resultado de ello, uno puede entender porque existen muchas creencias que no son consistentes con la evidencia empírica que todavía persisten siendo lugares comunes en discusiones sobre política y economía.

En este caso particular, esta literatura nos brinda herramientas formales que nos ayudan a comprender estas desviaciones de la “racionalidad”. La literatura experimental y los modelos computacionales de racionalidad acotada han venido tratando de testear este tipo de hipótesis. Es una área bastante nueva, así que habrá que esperar un poco para tener un cuerpo de conocimientos más sólidos al respecto. Mientras tanto, algunas ideas tenemos que nos muestran que conductas como las discutidas sobre Venezuela no deberían causarnos mucha sorpresa.

Los interesados en esta literatura, pueden revisar el paper "Thinking Through Categories" de Sendhil Mullainathan (disponible en http://www.haas.berkeley.edu/finance/cat3.pdf ), profesor de economia de la Universidad de Harvard, quien ha estudiado mucho sobre los links entre la psicología y la economía.

Los interesados en pobreza, pueden ver el articulo de Esther Duflo “Poor but rational” (disponible en http://econ-www.mit.edu/faculty/download_pdf.php?id=516 ).

Aquí en Berkeley hay un grupo importante de gente trabajando en la frontera entre la psicología y la economía. De hecho hay un field sobre el tema compuesto por un primer curso teórico dictado por una estrella en el tema como es Matthew Rabin, quien me estará enseñando Micro I del doctorado. El syllabus de este curso lo pueden encontrar en este link:
http://emlab.berkeley.edu/users/webfac/rabin/219A_F07.shtml

Y un curso empírico dictado por Stefano DellaVigna. Los materiales del curso lo encuentran aquí:
http://emlab.berkeley.edu/users/webfac/dellavigna/e219b_sp07/e219b_07.shtml

5 comentarios:

Carlos dijo...

Muy interesante, Stanislao. Hay toda una serie de corrientes dentro del marco de la racionalidad acotada ("bounded rationality"). Además de la actualización costosa de información, también tenemos una amplia variedad de sesgos cognitivos, como los estudiados por Kanheman y Taversky (1).

Gracias al trabajo de estos autores, existe una creciente tendencia a incorporar factores sicológicos y emocionales como parte del proceso de toma de decisiones. Frente al paradigma dominante de basar las elecciones individuales simplemente en la verosimilitud y en las consecuencias de eventos diferentes –tal como lo postulan los modelos normativos de elección racional –, ahora hay un reconocimiento cada vez mayor por parte de la comunidad académica de las ciencias sociales de que la influencia de factores emocionales tales como el miedo, la preocupación y el afecto, pueden ser determinantes sobre las elecciones y decisiones de los individuos.

La teoría de la elección racional ("rational choice theory") ha sido un marco de análisis muy utilizado para el entendimiento y el modelamiento de la conducta social y económica en las ciencias sociales, al punto de ser el paradigma teórico dominante en disciplinas como la microeconomía, la ciencia política y la sociología. Sin embargo en años recientes y a partir del trabajo de varios campos (pero sobre todo la sicología y la ciencia política), tanto sus supuestos como sus predicciones se han visto fuertemente criticados debido a que no incorporaban factores presumiblemente influyentes como los arriba descritos (2).

¿Esto hace la teoría de la elección racional descartable de por sí? Para nada. En mi opinión personal, hay suficiente evidencia como para defender la hipótesis de que existe racionalidad detrás de la acciones influidas por emociones, por problemas en la información, o simplemente en situaciones de incertidumbre. Pero como bien dices, hay mucho trabajo aún por realizar. Este nuevo campo (racionalidad acotada) recién esta empezando, y tiene importantes aplicaciones, sobretodo en ciencia política y en finanzas (“behavioral finance”). Cito abajo las principales referencias he encontré mientras realizaba algunas investigaciones sobre el tema.
___

(1) Tversky y Kahneman (1983), Kahneman et al. (1982) y Kahneman, D. (2003)

(2) Para una crítica metodológica fundamental puede verse Green y Shapiro (1994) y sobretodo Schram y Caterino (2006).

Referencias:

Kahneman, D., Slovic, P., & Tversky, A. (1982). Judgment under uncertainty: Heuristics and biases. New York: Cambridge University Press.

Kahneman, D. (2003). A perspective on judgment and choice: Mapping bounded rationality. American Psychologist, 58, 697-720

Green, Donald P.; Shapiro, Ian. (1994). Pathologies of Rational Choice Theory: A Critique of Applications in Political Science. Yale University Press.

Tversky, A. y Kahneman, D. (1983). Extensional versus intuitive reasoning: the conjunction fallacy in probability judgment. Psychological Review, Vol. 90

Schram, Sanford F. and Brian Caterino (2006eds.). Making Political Science Matter: Debating Knowledge, Research, and Method. New York and London: New York University Press.

Stanislao dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stanislao dijo...

Gracias Carlos por tus comentarios y referencias!

Respecto a la critica a los modelos de rational choice en ciencia politica, mi percepcion es que muchos descartan estas aproximaciones tan solo por motivaciones ideologicas sin evaluar en que contexto pueden ser utiles o no. En Economia por lo general tomamos como supuesto que la gente es racional y luego elaboramos una serie de modelos a partir de dicho supuesto, los cuales deberiamos someter en principio al test empirico. Conceptualmente, importa poco que tan "realista" es dicho supuesto pues en tanto las predicciones del modelo sean consistentes con la evidencia empirica todo estara OK.

Ahora, mucha de la literatura que mencionas si tiene por proposito estudiar si las elecciones de la gente se ajustan a un marco de racionalidad. Toma nota que esto es una pregunta diferente: mientras la mayoria de los modelos economicos asumen la racionalidad para estudiar una serie de fenomenos economicos, aqui lo que se quiere estudiar la racionalidad en si, para lo cual son necesarios otro tipo de supuestos. Yo tengo la impresion que mucha de la gente que critica los modelos de rational choice en ciencia politica se olvida que solo es un supuesto y que la validez de los modelos basados en ese supuesto debe juzgarse en funcion de su capacidad predictiva, a menos que el objetivo de la investigacion sea estudiar la racionalidad politica de la gente. En resumen, decir que la gente es racional es solo un supuesto necesario para el analisis. Lo que mas me molesta es que ves gente que cuestiona los modelos de rational choice en ciencia politica para luego ofrecernos historias o cuentos que no son empiricamente testeables.

Saludos,

Stanislao

Carlos dijo...

Hola otra vez, Stanislao. De acuerdo contigo en que lo de la racionalidad es solo un supuesto.

Sin embargo, como bien señalas, hay críticas y críticas. El tipo de crítica al que haces referencia creo que es aquella que va usualmente dirigida a descalificar (o destruir) la teoría en si misma, para luego erigir o alentar teorías alternativas, usualmente de cosecha personal, de "manga ancha", más relajadas y/o menos rigurosas.

Pero hay otro tipo de críticas que, basándose sobre la rational choice, reclaman una actualización de sus supuestos, o simplemente atención a las mejores predicciones o la mayor utilidad que tienen sus teorías para resolver diversas paradojas dejadas de lado por el enfoque tradicional.

Hay algunos ejemplos concretos dentro del "maistream" en los cuales el intento de avanzar más allá del paradigma convencional de rational choice (decisiones basadas enteramente en preferencias y restricciones) se hace evidente:

- G. Akerlof. "The Missing Motivation in Macroeconomics"

(ojo que fue el "Presidential Address" dado en el AEA meeting del año pasado).

El paper propone un punto de inflexión en el análisis macroeconómico al señalar las normas sociales como una de las motivaciones faltantes en el análisis de la utilidad de los agentes. Akerlof sostiene que al incluir estas normas en los microfundamentos, se anularían los principales postulados de neutralidad neoclásicos.

http://www.aeaweb.org/annual_mtg_papers/2007/0106_1640_0101.pdf

- R. Thaler "The End of Behavioral Finance"

(conocido tambien como "The Thaler manifesto")

En este paper Thaler explica lo que se conoce actualmente como behavioral finance, y casi narra como es que desde sus inicios, habiendo sido considerada prácticamente una "herejía" en la disciplina económica, ha pasado a ser absorbida por el mainstream. Literalmente dice:

"in the not-too-distant future, the term “behavioral finance” will be correctly viewed as a redundant phrase. What other kind of finance is there? In their enlightenment, economists will routinely incorporate as much “behavior” into their models as they observe in the real world. After all, to do otherwise would be irrational."

La también es muy ilustrativa sobre las reacciones que usualmente surgen al cuestionarse paradigmas largamente establecidos en la disciplina.

http://faculty.chicagogsb.edu/richard.thaler/research/end.pdf

- A. Roth "Repugnance as a Constraint on Markets"

En este paper Roth explora como las preferencias de los individuos pueden ejercer al mismo tiempo como restricciones, no solo sobre sus propias acciones sino sobre transacciones de terceros e incluso mercados en general.

En resumen, creo que siempre que se cuestionan paradigmas largamente establecidos, las primeras reacciones son bastante rápidas y pueden ser hasta agresivas. Lo que importa es que dentro de todo se mantenga el debate científico. Toda nueva teoría debe ser rigurosamente validada empíricamente. Solo así se pueden constituir los nuevos paradigmas.

Un gran saludo,

José Talavera dijo...

Muy interesante lo que escribes y también las referencias (ya había leído antes sobre modelos de racionalidad limitada en el libro de March y Olsen).

Como bien se señala, muchas veces la descalificación del rational choice es a priori y parte de un prejuicio, un sesgo, de una cuestión ideológica o de la confusión de lo epistemológico con lo moral. Algunos lo ven no como un marco explicativo para determinados fenómenos, sino como una "manera" de entender y guiar la vida (en un sentido más amplio). Y claro, para criticarlo se basan en caricaturas de los primeros textos de Buchanan y Tullock de hace 30 años, pero no en los textos más recientes. Es obvio que en décadas se ha avanzado bastante.

Gran parte del problema con la ciencia política es que persiste ese conflicto sobre cuál es su propósito: ¿simplemente el estudio empírico de lo político (lo cual implica las relaciones de poder) o es la búsqueda de un mejor régimen (que como se puede ver, está más ligado a la filosofía política)? Quienes están en el primer bando son más abiertos a aceptar y discutir los modelos del rational choice. Los del segundo son quienes, por lo general, lo descartan de plano.

Saludos.